Son de piel y de hueso,
comen, sudan
bendicen,discuten,
se enroscan en las ramas de la nostalgia.
A veces vienen como río crecido.
Otras oscilan, se atragantan y mueren
antes de volverse sonido.
Las malas etiquetan, catalogan discriminan.
Destilan venenos, dardos de furia.
Mientras otras adquieren el don de transmutar a tinta,
para aniquilar el blanco de una hoja y volverse inmortales.
De todas las conocidas,
las eruditas, las elementales,
siempre serán mis favoritas las que construyen un puente desde tu boca hacia mi.