A todos les andaba diciendo que estaba poseída, muchos se hicieron a un lado y jamás la volvieron a frecuentar por temor a ése demonio que decía llevar dentro. Muchos le recomendaron que se hiciera un exorcismo con un alto jerarca de la iglesia, pues necesitaba con urgencia que le espantaran para siempre al diablo que llevaba en sus entrañas. Otros le recomendaron ir al río y bañarse desnuda a las seis de la mañana porque el agua serenada quita las malas energías. Otro le recomendó ponerse un collar de dientes de ajo, que ese collar espantaba hasta el mismo diablo. En fin, todos le recomendaron una fórmula diferente para sacarle el diablo, pero ninguna dio resultado.

Que resultado iba a dar, si ella no tenía ningún demonio dentro, se le olvidó decirles a todos que me había pedido que la poseyera y yo le hice el amor con toda mi pasión.

AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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