La Hipocresía llora a De la Rúa.

Tuve la suerte de conocerlo personalmente cuando era candidato a Jefe de Gobierno.
Tuve la suerte de verlo reírse de Norma Plá y los jubilados que reclamaban en la calle por mejores condiciones de vida.
Tuve la suerte de escucharlo decir: QUIEN LE VA A DAR BOLA A ESTA VIEJA (SIC).
Y digo que tuve la suerte porque pude sopesar su verdadero ser, y no el que vendía en sus publicidades.
Lamentablemente no pude alerta a los millones de argentinos sobre qué clase de tipejo era.
No me lo contaron, lo vi yo, y cuando se dio cuenta de mi presencia borró su sonrisa. Durante toda la reunión no pudo dirigirme la mirada.
Tuve la suerte de responderle a un amigo presente en el lugar que era un HIJO DE PUTA, cuando me preguntó qué me pasaba.
Hoy los medios del mundo lo recuerdan como lo que fue, una mierda que llevó a la Argentina al hasta ahora el peor de los desastres y decenas de muertos solo superado por lo que nos dejará Macri y su banda. Seguirán sus pasos Menem y Macri, porque la historia nos da la justicia que nuestros jueces nos niegan.

MURIÓ DE LA RUA: QUÉ LINDO ES DAR BUENAS NOTICIAS.