APÁTRIDA

Sereno en su deseo de nadar bajo las notas temperadas,
Y teniendo por meta la llegada al último movimiento,
Se desgañitaba cantando himnos, coplas y alegrías
Mientras su corazón se batía con sus fantasías.

Contento a ratos y abatido los menos de ellos,
Alegre al cantar y grande al nadar entre esas notas,
Vivía al imaginar que era un ser ávido de música,
Y renovados sus sentidos se nombró apátrida.