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Inicio / Cuenteros Locales / nelsonmore / BLANCO Y ALBINA (cuento)

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Se conocieron en facebook, no tenían amigos comunes, solo las mismas obsesiones. Al comienzo todo parecía normal, se saludaban como buenos amigos, con mucha decencia y educación: "buenas noches", "buenos días", "buenas tardes". Se despedían con cultura: "hasta mañana", "que duermas", "lindos sueños". Pero un día ella rompió el protocolo y le dijo que cuándo se iban a encontrar, como si esos encuentros en el chat no fueran encuentros.

Ella empezó a averiguar su vida: que si era soltero, qué cuántos hijos tenía, qué cuáles eran sus gustos. Hasta ahí todo iba normal, pues Juancho no se incomodaba por las preguntas, pero le contestaba muy breve. No quería entrar en detalles. Ella insistía y empezó a ponerse intensa y morbosa por el chat. No pidió fotos del personaje, pidió una foto de su miembro. Quería cerciorarse de cómo lo tenía: si grande o pequeño, afeitado o peludo, si muy negro o muy blanco o café como un chocolate. Él se negó rotundamente, como si no quisiera ponerse en evidencia tan pronto. Ella le hizo un vídeo llamada, pero él no contestó, rechazó en el acto el video llamada y se despidió hasta mañana.

En la noche siguiente ella empezó a morbosearlo, pero él seguía como un tempano de hielo. El tan solo le decía que el día del encuentro le mostraría toda la artillería. Raimunda le dijo que si hacían el amor luego le regalara algo, que si no era de esa manera no había ni encuentro. Telésforo le dijo que la primera prueba es gratis, que si le quedaba gustando repetirían y en cada encuentro le llevaría un regalo y le daría pal transporte.

Antes del encuentro se describieron para estar más seguros. El le dijo que era negro y flaco, ella le dijo que era delgada y de mediana estatura, que era bien bustona y piel canela. Se mandaron fotos hasta de como irían vestidos. Eligieron el lugar donde se encontrarían y la hora en la que lo harían.

Las quince horas fue la convenida en la plaza de Caycedo en Cali, Colombia. Una plaza muy concurrida y muy hermosa en pleno centro de la sucursal del cielo.En el centro de esa plaza hay una estatua y ese fue el lugar elegido para no andar buscándose a ciegas. El que primero llegó fue Juancho. Se paró cerca de la estatua y esperó, al rato llegó Raimunda, pero no era ni bustona ni piel canela, era más bien albina y miope. El tiempo siguió transcurriendo y los dos cerca de la estatua solo se miraban, pero no se atrevían a hablarse, hasta que por fin Juancho rompió el silencio y le preguntó si ella se llamaba raimunda y le dijo que la estaba esperando. Ella lo quedó mirando con extrañeza, pues no correspondía a la descripción. El le convenció que era Juancho y hasta le mostró la cédula de ciudadanía. Ella también le mostró la suya después de conversar por unos minutos se fueron a un motel, el MOTEL LATINO que estaba ubicado a pocos pasos de ahí. En el camino ella lo tomó del brazo, él se lo permitió. Llegaron a la recepción del motel y Juancho pagó las tres horas que iban a estar solazándose en las mieles del amor.

Entraron a la alcoba 329 y después aseguraron bien la puerta. No querían que los fueran a sorprender en pleno acto. Enseguida encendieron el televisor y buscaron un canal de películas de sexo como para que se fueran excitando. El empezó a excitarse y a besarla, a acariciarle las piernas y el trasero que se veía muy fláccido, pero eso no fue impedimento para que se lo acariciará.

Ella poco a poco se fue excitando y empezó a gemir, también lo besaba con lengua y le acariciaba con las manos el miembro. Ella le pidió que la penetrara. El la acostó en la cama, pues se habían acariciado de pie. La desnudo totalmente. Ella cerró los ojos, pues se sentía en el cielo con tantas caricias. Juancho la beso bien largo. Ella sintió morirse de la emoción. Juancho se paró bruscamente y sacó
una navaja de su pantalón y se la enterró en el cuello varias veces, cuando la sangre brotó la bebió con mucha avidez. Antes de irse del motel se dijo así mismo. "Tanta alharaca, tantas ganas de sexo cuando yo quería solo sangre y pa de malas mías estaba muy dulce, me ha mareado".

AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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Texto agregado el 20-10-2019, y leído por 158 visitantes. (6 votos)


Lectores Opinan
21-10-2019 Muy entretenido,erótico,con un final inesperado... Me gustó***** Un abrazo Victoria 6236013
20-10-2019 Muy entretenido y con un final agridulce 5*. Antonela80
20-10-2019 Moraleja: si eres vampiro no seas diabético. La mayoría de las mujeres son dulces. -ZEPOL
 
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