Nancy la panky escucha RAMONES. Los años ochenta marcan la primavera democrática. Los radicales gobiernan el país. Los pejotistas apuran la llegada de su turno. Los militares, como es costumbre, organizan un golpe de Estado. Nancy espera el tren, el Sarmiento siempre está lleno.
En el bar del andén un par de viejos se ponen en pedo desde temprano. Ellos no entienden de expectativas políticas ni tampoco de apuestas a desestabilizar.
El vagón está zarpado de gente, los auriculares del pibe de al lado suena con todo. Todo el camino hasta Once lleno de gente el tren... que va despacio, demasiado despacio.
Nancy piensa en como la van a cagar a pedos en el local de ropas en donde trabaja.
En Buenos Aires ahora se habla de DERECHOS HUMANOS y hasta ayer nomas era un papel para limpiarse el culo.
Ese amor por el que espera, esas materias que todavía debe del secundario, la noche del sábado pasado y el magro sueldo que no alcanza para llegar a fin de mes. En todo eso piensa NANCY cuando el tren arriba a la estación final.