| No sé dónde  te has   ido, mamá,
 dónde fueron tus manos pequeñas,
 tus manos caminadoras de tejidos y  agujas,
 de cebollas y sartenes,
 de rosas té y  clavelinas.
 Manos tibias de caricias,
 pájaros agitándose durante el día,
 durmiendo por la noche.
 
 ¿Dónde estás?
 Te ha llevado el tiempo,
 Y yo  extraño tu presencia,
 tu risa, tu voz.
 Te extraño.
 
 Se  van las estrellas,
 apurando su brillo,
 y  estoy sola,
 en vano invoco tu nombre,
 invadida de horas sin color.
 A pesar de la poesía
 y de la música, te extraño.
 En qué recodo del silencio estás,
 te necesito.
 
 
 
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