Inicio / Cuenteros Locales / Kavi / Unión
	
		Como extraños en el mundo vertemos  
sortilegios de curiosidad, de mística  
maledicente. 
 
De ingenuo afán, extraviando así  
esa capacidad de asombro que como  
regalo divino nos introduce  
vespertinamente  
a un mundo ajeno a la costumbre;  
sobre los arpegios de la vida. 
Esa cáscara de fique cuya estructura  
no tiene explicación, porque en atávico  
esfuerzo procuramos erigir lo que  
hecho ya está; y desaparecer como si  
no existiera conciencia, aquello que  
intocado es por esencia. 
 
“Expira” el tiempo sin permitirnos  
enamorarnos de algo tan sencillo  
como el botón de flor, el sonido  
chasqueante de las olas al tocar orilla,  
el aleteo intermitente de la mariposa  
antes de extinguirse, la sabia corteza  
del árbol que parece luchara por  
revelarnos los secretos que aquel contiene,  
o algo tan sencillo y tan sabroso como  
tener salud, dijo el poeta. 
 
Nuestra razón de estar aquí, con la  
inescrutable posibilidad de elegir el  
correcto redil, conserva ciertamente  
su ilación con una inexorable partida  
hacia una pampa quien sabe tal vez  
imperada por flores, por sonidos,  
aleteos interminables y una respuesta  
sabia e inteligible a todo: inconmensurable  
agitación de tacto, de olor, un rebozo  
diletante de melodías. 
 
La palabra del hombre, como prócer  
de nuevas cosas que no permiten al  
asombro distraerse… 
  | 
	
Texto agregado el 18-12-2019, y leído por 112 
visitantes. (0 votos)
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login
  
 
 |