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Largo Lebón IV: Contra el diabólico MojaRey

I

-Que está haciendo qué !!!? – Dije en mi mejor inglés americano posible, que no era mucho, dado que siempre me llevé idiomas a Marzo

-Cavando en el fondo de la casa, Larguito, ya sabés lo obsesivo que es tu tío con el tema del petróleo – respondió tía Bárbara.
Sip, de sobra lo sabía. Y se quedaba corta. Decir que el tío era un poco obsesivo, era más o menos como decir que el gran Román era solo un futbolista o que Pink Floyd hace solo música, pero bueno, estaba en casa ajena y no iba a corregirla.

Hacía calor y yo estaba sudando a mares bajo la camiseta de frisa. Por enésima vez me había olvidado de que era verano en el norte y cuando caí en la cuenta ya era tarde. Al menos me había sacado el gorrito de lana, pero tenía los pelos adheridos al cuero cabelludo como si me los hubieran pegado con la gotita.

Un tanto débil pero aún clara, se oía la clásica e inmutable cantinela del tío:

We all live in a yellow submarine ¡ atomic !
Yellow submarine, yellow submarine
We all live in a yellow submarine
Yellow submarine, yellow submarine ¡ atomic !

En fin, como ya lo habrás deducido, no es que el hombre tenga todos los patitos en fila pero bueno, la familia es la familia y aunque hacía topecientos años en que al llegar al nuevo mundo la misma se había dividido en dos ramas que emigraron a hemisferios opuestos, la sangre tira más que una yunta de bueyes y era esa la razón por la que había interrumpido las más que merecidas vacaciones, después de otro caso satisfactoriamente resuelto.

Sip, lo confieso, ejerzo la noble profesión de agente secreto y espía, tal como antes lo hizo mi padre que me ayudó a dar los primeros pasos en esta difícil profesión. A la vez Mami, una bellísima ladrona internacional muy famosa, me dió unos cuantos consejos non-sanctos que más de una vez me salvaron la vida.

-A ver si entendí bien tía. Me mandaron a buscar porque….. –
-Comprendo que parezca absurdo Largo, pero eso no lo hace menos real ¡¡¡¡ Los peces le declararon la guerra a tu tío !!!!
-Los peces? –
-Bueno, no todos, algunos de ellos en todo caso-
-Ahh, menos mal que no son todos, comenzaba a preocuparme seriamente
-No te hagas el gracioso jovencito ¿ o ya te olvidaste quién te cambiaba los los pañales cagados?
-Mil disculpas tía, pero es absurdo, inverosímil. ¡¡¡ No puedo creer de que hables en serio!!! Que media humanidad lo odie al tío y la otra mitad no lo trague es entendible, dada su personalidad encantadora, pero ¡ por Dios ! ¿ Qué trastada les hizo a los peces para que se enfurezcan?
-Nada de nada, Larguito
-Tía…..
-Bueno, casi nada
-Tía….
-Ta bien, ta bien. El caso es que vos sabés como es tu tío, siempre buscando petróleo que cada día está más escaso …
-Todos sabemos eso, tía –
-Un pocito aquí, otro más allá y un camino largo que baja y se pierde…..
-Tíaaaaa -
-….Y uno que otro pocito en el mar –

Y de súbito, todas las piezas del rompecabezas encajaron. Así y todo, era tan grande la insensatez que me costaba creerlo

-A ver si entiendo, o sea que le encajaron a los peces, hasta entonces la mar de tranquilos, un centenar de tipos haciendo el quilombo que, porque los mandan a dormir en la cucha del perro no se animan a hacer en sus casas ….. –
-Exageras un poco Larguito –
-…. Y contaminando al rolete, porque después de todo un derrame de petróleo no se le niega a nadie, verdad? –
-Sigues exagerando, sobrino
-Pero no demasiado, tía, se entiende por que razón están recontracalientes. ¿Quién no lo estaría?
-Bueno, ya, ya. Al final vos estás de parte nuestra o de los enemigos? -

No le contesté de inmediato, porque ni yo mismo tenía clara la respuesta. Al fin me dije, la sangre tira, Larguito…….. y la familia es la familia.

-Con Ustedes, tía….Por lo menos hasta el final de este maldito embrollo.

II

En el estudio del tío George donde para bien o mal (y sospecho lo segundo) se decidió la suerte de millones de personas y anexos, hallábase en compañía del susodicho y de Siren, una subacuática agente que operaba en nuestro territorio hasta que la descubrió Chizo y se enamoraron.

Era consciente de su penetrante mirada enfocada en mi persona, que lejos estaba de sorprenderme. Sin falsa modestia debo decir que, con mi 1,95 m de estatura, mis patricias facciones y mi gallardo porte, soy un festín para los ojos femeninos y la fuente principal de sus fantasías más inconfesables.

-¿ Este Chabón va a trabajar conmigo? –

(Y sip, de tanto tiempo en nuestra tierra, algo del lunfardo barrial se le había pegado)

-Efectivamente, Siren, será tu compañero en esta difícil aventura, puedes confiar en él, la sangre de la familia por sus venas corre – el tío le respondió

Fijamente me observó luego, con sus ojitos preciosos de mar en calma

-No parece tener muchas luces en la azotea –
-No las tiene, por eso lo mando contigo. Tu aportas el cerebro y él los brazos –

(Había un mensaje subliminal en esas palabras, me jugaría la cabeza. Pero bueno, el tío es así, le encanta hablar en clave)

-¿ No estaba el bueno de James, disponible? –
-Posiblemente, pero ni loco lo llamo. El tipo no tiene idea de lo que significa un limitado presupuesto. Se aloja en hoteles de cinco estrellas, se mueve en últimos modelos que ya nadie quiere asegurar porque los devuelve hechos fleco y su presupuesto en armas es mayor que el de todo el ejército, por no hablar de lo que gasta en martinis y Armanis. No, no, chiquita, el bueno de James está absolutamente descartado –
-¿ Y Pepe Sánchez? –
-Está muy ocupado cubriendo la campaña de Chacarita –
-Puchas, supongo entonces que peor es nada –

En fin, como es conocido que cuando las féminas verbalmente se ensañan con un hombre, abandonan tal pasatiempo cuando del infortunado queda un vestigio de piel y uno que otro hueso, decidí tomar cartas en el asunto.

- No es que la conversación carezca de sustancia tío, pero ¿ no es tiempo ya de dedicarnos a otros asuntos más triviales? Como nuestra misión, por ejemplo…..-

Fueron mágicas estas palabras. En menos de lo que un político tarda en incumplir sus promesas, la sala estuvo absolutamente a oscuras. Un haz de luz se proyectó luego sobre una pantalla, delineando una nítida imagen.

-El Diabólico MojaRey – con asco evidente, dijo el tío George-

Fue algo decepcionante advertir que el diabólico enemigo parecía un mojarrín cualquiera, como tantos que por papearse lo que no deben terminan fritos o en la parrilla dominguera con sus compañeritos.
Lo único diferente era ese brillo de picardía en los ojos que aprendimos a reconocer los que fuimos víctimas del bromista de la promoción. Tal vez fuese un síndrome de Estocolmo anticipado, pero sinceramente no me caía mal el tipo. Aún así, era el enemigo y debía de recordarlo.

Como profesional que soy supe que estaba todo dicho e incorporándome acoté:

-Muy bien, cuando partimos? –
-¡¡¡¡¡ Ayyyyyy !!!! –
-Hoy en todo caso, linda - reconociendo la voz, dije
-¡¡¡¡ No hoy, boludo !!!! ¡¡¡¡¡ Ayyyyy !!!! ¡¡¡ Me estás pisando !!!! –

Puchas, era cierto. Culpa del agarrado del tío que por ahorrarse un poco de luz la mezquina hasta el último instante. Como si aquí gobernase el Impresentable…..

Cuando al fin se hizo la luz advertí que mis más de 90 quilos se habían proyectado en el delicado dedito de Siren que, como un tomate maduro comenzaba a hincharse.

Supe entonces que si las miradas matasen, a esta altura del partido estaría tocando el arpa.

No era, ciertamente, la mejor forma de comenzar una sociedad que debía de ser fructífera.
Y el odio reflejado en los ojitos preciosos de un mar ya no tan calmo, me lo corroboraba.

III

Estaba en el acuario, cuando vi llegar a Siren. La pobre todavía rengueaba pero fingí no advertirlo.
-¿ Donde está tu equipo de buceo? – preguntó al fin
-¿Dónde está el tuyo? – repliqué
-Yo soy una sirena genuina, el agua es mi elemento –
-Yo soy un profesional genuino y no hay elemento alguno al que no me adapte -
-Sos genuinamente así o entrenás para ello? –
-Entreno duramente preciosa, nada se logra en la vida sin perseverancia –

Acto seguido me dio la espalda. Creo que masculló algo así como “boludo” pero al no oir claramente, no puedo asegurarlo. Además tenía razón al decir que el agua no es mi elemento, pero yo disponía de las branquialgas que me prestó Harry y me aseguró que funcionaban perfectamente.
Llevábamos además prendido en la solapa, el traductor universal de google que nos permitía comunicarnos con todo ser vivo, aún bajo el agua.

En fin, el caso es que desde el acuario nos fuimos directamente hacia las aguas profundas, sin tiempo para ver lo precioso que es USA desde abajo y en menos de lo que canta un gallo, estuvimos ya mar adentro.

Mirá compadre. Olvidate de esos documentales pedorros que te mienten. Que la belleza subacuática, que la riqueza infinita de especies, que la diversidad, que la monjita en bicicleta, es todo mentira. El mar es un embole total. Algas, algas, algas, algas…un calamar. Algas, algas, algas, algas….una ballena. Algas, algas, algas, algas….un tiburón blanco (no me vio por suerte) Algas, algas, algas, algas….Nemo en el Nautilus. Algas, algas…un momento, ¿El Nautilus? ¿El célebre y famosísimo Nautilus? ¿ Y el legendario Capitán Nemo? ¡¡¡¡ Dos leyendas ante mis ojos, apenas podía creerlo ¡!! Dejé que me vieran y para demostrar que en son de paz concurría me acerqué lentamente, para entablar un diálogo que en el futuro relataría a mis hijos y nietos.

-Qué hacés franchute? Todavía andás en esa cafetera? –

Presumo que malinterpretó algo mis palabras porque sus brazos comenzaron a moverse como un remolino.

-¿ Cafetera? ¡¡¡ ¿¿¿ Cafetera??? ¡¡¡ Esto es un vehículo clásico, argento ignorante ¡!! ¡¡¡ Inmune al tiempo como Charles Aznavour y la hermosa Brigitte, bestia peluda ¡!! –

Y sin dame tiempo a decir esta boca es mía, prosiguió con su furibundo monólogo

-Ignorante simio de las pampas ¡¡¡ Llamarle cafetera al Nautilus ¡!! Todavía recuerdo el terror que en mar abierto fuimos. La sola mención de nuestros nombres era motivo de pánico. Y las madres francesas, cuando sus hijos no tomaban la sopa les decían: “te voy a llevar al Nautilus” ¡¡ Por favor ¡!! ¿¿ Que sabrá el cerdo de margaritas?? –

Y el hombres seguía y seguía renegando en un torbellino de palabras que apenas podía seguir. Cuando al fin se calmó un poco, pude meter baza:

-Hey tío, no es para tanto, yo también tengo un viejo fito y lo amo como a mi madre –
-¿ Fito? –
-Un FIAT 600, la albóndiga con ruedas, como algunos le llaman.
-Ahhh, un automóvil ¿De fabricación francesa?
-No, italiana –
-Una cagada entonces, los tanos solo saben hacer tallarines y pizzas –

A decir verdad, me hubiese encantado seguir intercambiando pareceres con una leyenda viva, pero apremiaba el tiempo y para colmo me había entrado agua en la oreja y eso siempre es un problema porque tardo meses en sacarla, así que tomando en toro por las astas dije:

-Hablando de otra cosa, Capitán. Ando buscando al diabólico MojaRey ¿ Por casualidad lo conoce? –
-Es posible, sip, que lo haya conocido –
-Y a lo mejor sabe donde encontrarlo? –
-También es posible que disponga de ese dato
-¡¡¡ Que bueno, Capitán ¡!! ¿ podría Usted decírmelo? –
-Ni en pedo te lo diría -
-Ehhhh!!! ¿Por qué razón? ¿Qué yo le hice? –
- Bueno, aparte de ser un bruto, ignorante y maleducado, nada. –
-Y entonces? -
-Tomálo como un capricho de viejo, pero mis labios están sellados –

Mas, en ese instante preciso, la perfección del sonido tomó la forma de una delicada voz:

- Y a mi me lo dirías? –
-A vos te bajaría la luna si la quisieras, preciosa – le respondió el Capitán
-¡¡¡ Ay que galante ¡! ¡¡ Todo un caballero, como los de las películas!! –
-Soy francés, mi bella dama. Caballero desde el primer bocado de aire –
-Se nota, mi galante Capitán. Y me dirás donde encontrar al diabólico MojaRey? –
-Decirte? Te llevaré allí si me honras con el placer de tu deliciosa compañía. Son 20000 leguas de viaje submarino, tan solo –
-¡¡¡ Encantada Capitán!! ¿ También el muerto podría venir? –

(Adivinen de quién hablaban)

-Puchas, es obligación llevarlo? –
-Y sip, su madre me lo encajó de mochila –
-Y bueh, si no hay más remedio que venga. ¡ Pero que labure por el pasaje ! –
-Eso por descontado, aunque no veo que pueda hacer en un submarino, es algo flojo de entendederas, el pobre.
-Algo se me ocurrirá, bonita –

No sé por qué cuando eso dijo, un brillo febril destelló en sus ojos cansados

-Puedes apostar por ello – agregó

IV

-Hasta aquí podemos llegar hermosa, sin que nos detecten las patrullas del diabólico MojaRey. No obstante, todo el arsenal logístico del Nautilus estará en alerta amarilla por si mi ayuda fuera necesaria –
-Muchas gracias, mi galante Capitán, ha sido un maravilloso viaje –
-Un placer y un honor, ayudar a la reina de los mares, mi bella –

Cuestión de óptica supongo, ya que maravilloso no es justamente la palabra que se me ocurriría después de pasar horas de horas limpiando la mierda de los baños ante la exigente mirada de Nemo. Tenía un olor al principio, que ni los peces del Km a la redonda se me acercaban y casi me tuve que arrancar la piel refregándome con algas para que la baranda se vaya un poquito.
No me despedí de Nemo y dudo que ni siquiera se haya percatado.

Lo que ocurrió después fue un heroico despliegue de valor e ingenio para infiltrarnos en el corazón del reino enemigo. Llevaría semanas narrar todas las peripecias increíbles allí acaecidas, así que en aras de la síntesis referiré solo las más notables.

Como la lucha a muerte con el tiburón blanco, por ejemplo que palabras menos o más, fue así:

-Ahaháaaaa!!! Miren la cena que me trajo el gato –

La verdad? Semejante vozarrón cuando andaba de puntillas tratado de pasar desapercibido hizo que casi me cague en las patas. Yo miré para todos lados pero no vi ningún lindo gatito. Con lo que si topé fue con la enorme sonrisa de afilados dientes del tiburón blanco.

-Buenas señor ¿como anda? Lindo día, verdad? Un poco húmedo pero supongo que es normal aquí abajo.
-Efectivamente lindo día y pronto va a mejorar, hay algo que me lo dice.

La verdad es que no me gustó como se estrecharon sus ojos al decirlo. Eran unos ojos terribles. Era la mirada del depredador asesino. Eran unos ojos que yo había visto antes….¡ en el cine !

-Ya te reconozco ¡¡¡ vos sos el tiburón blanco de la película de Spielberg !!! –
-El mismo que viste y calza, cena –
-Pero a vos te mataron ¡ yo te vi volar por los aires ! –
-Efectos especiales, cena. El muerto ese que me disparaba era incapaz de acertarle a un dinosaurio que esté a centímetros, si el pobre estaba cagado de miedo, así que simularon mi muerte y por mí estaba bien, ya había papeado bastante y no era ese mi lugar preferido. Pero demasiada cháchara, cena. Vayamos a lo importan

Y con una diabólica sonrisa, abriendo sus fauces inmensas y aterradoras agregó:

-Te invito a comer –

Fue tal vez la diosa fortuna que me ayudó en tal momento, porque hallándome en situación tan desesperada, colgando en la punta de uno de sus dientes pude advertir el barril de dinamita que supuestamente había detonado de un tiro el comisario de la película mencionada. Y en menos que un parpadeo extraje la Remington Steel Celeron 45, con 2 Gb de memoria de video incorporada y 1 Gb extra de caché y disparé a sabiendas de que donde yo pongo el ojo, estampo la bala.

Fue tan espantoso el estruendo que por un instante temí haberme quedado sordo. La densa nube de humo hasta me impedía ver la punta de mi propia nariz.
No es extraño, entonces, que no viese llegar al tiburón blanco. De un fuerte abrazo me inmovilizó por completo y sinceramente, pensé que la muerte a la que di tantas veces esquinazo, por fin me había alcanzado.

-¡¡¡ Compadre, venga un abrazo Genio, Fiera, Ídolo, Premio Nobel !!! –

(Sinceramente, no entendía un caraxo)

-¿ Sabés lo mal que me tenía esa muela ? ¡¡¡ Me hacía la vida imposible !!! Ya se me estaba jodiendo el estómago de tantos ibuprofeno que me ensacaba. ¡¡¡ Y la guita que me habrá sacado el bagre con un tratamiento de conducto eterno que nunca se terminaba!!! ¡¡¡ Era tremendamente injusto !!! Además ¡¡¡ Todos los muchachos de joda y yo en casa con una bolsa de hielo en la trucha !!! Y como que me llamo Blanco que a mis espaldas se me cagaban de risa. Pero bueno, es el pasado, ¡¡¡ ya no más de eso gracias a mi nuevo mejor amigo !!! –
-Ahhh. Pues, de nada compadre, entre depredadores feroces debemos de ser solidarios -
-Ciertamente, Larguito, tienes toda la razón del mundo. Y si el guevón del diabólico MojaRey te hace la vida difícil, pegá un chiflido para avisarme, yo le vuá enseñá al muerto ese a no meterse con mis amigos –
-Desde ya se agradece, compadre –

Nos dimos un último abrazo y acto seguido se fue mi último mejor amigo.
En ese instante recordé que hay gente que dice que tengo tantas vidas como un gato.
Si fuese así, estaba seguro de haber gastado ya seis de mis siete vidas.

V

Con el calamar gigante las cosas sucedieron algo distinto, pues al girar en una esquina, nariz con nariz nos topamos. Lógicamente al ser ambos machos y para peor enemigos, que dirimiéramos las diferencias a golpe de puño, era inevitable. El problema, claro está, es que el tipo tenía un montón de brazos y no tardó demasiado en dejarme la cara como papilla. Creo que desde el día en que bailé con la chica del matón del barrio no me daban una paliza semejante. Me dolía hasta el último hueso de mi largo cuerpito, sangraba por la nariz y la boca y mis ojitos eran dos míseras rendijas al mejor estilo Takayama.

-Tu hora ha llegado, intruso ¿ algunas palabras de despedida? –
-Pues sip, ahora que lo mencionas, diré unas palabras –
-Dilas entonces intruso y se breve y conciso, mi tiempo es valioso y lo estoy desperdiciando –
-¿ No podríamos llegar a un arreglo amigable? Esto de andar a las trompadas es ya un anacronismo ¡ estamos en el siglo XXI hermano ! –
-¿Que querés que te de un beso, guevón? ¡ somos enemigos ! –
-En eso te equivocas, soy argentino desde el mismísimo instante en que la partera me palmeó el culo y gritó ¡ macho ! –
-¿ Y eso que tiene que ver? –
-Que en Argentina amamos los calamares –
-¿ En serio? -
-Absolutamente, compadre. Es más, a uno de nuestros equipos de fútbol le laman “Los calamares”
-Supongo que será el que más copas tiene ganadas –
-Pues… -
-¿ El segundo? –
-Este…?
-¿ El vigésimo primero? –
-Hummmm
-¿Tiene al menos un miserable torneo ganado?
-Podría ser uno, compadre, en verdad no me acuerdo. Pero eso es irrelevante, porque los calamares ¡ Es el equipo de Goyeneche! –
-¿El Polaco? –
-Ciertamente –
-Un genio, tengo todos sus discos en mi casa –
-¿Ya ves que tenemos más puntos en común de lo que se ve a primera vista?
-Ciertamente
-¿ Y eso que te dice? –
-Que ya dijiste tus últimas palabras ¡¡¡ Arriverderci, compatriota del Polaco!!!

Y bueh, había que intentarlo. Recogiendo los girones de dignidad que me quedaban me propuse aguardar el fatal desenlace a pie firme. El verde monstruo alzó sus quiticientos brazos que sabía yo que descargaría con una fuerza destructora infinita.

Cerré los ojos, aguardando el colosal impacto.
Que nunca llegó.

-Ejem !!! –
-¿ Siren? –
-La misma, amiguito y al menos que mis ojos me engañen, vos sos el calamar Calamaro –
-Puedo explicártelo Siren –
-Sip, me lo imagino. Me vas a explicar como engañás a tu esposa que, casualmente es mi mejor amiga, diciendo que salís a buscar laburo y te venís a guevear a estos lares
-Esto es un trabajo, Siren, el MojaRey…. –
-Ahh sip, el MojaRey ¿cuánto te paga? –
-Bueno, tenés que entenderlo bonita, todavía no tenemos suficientes fondos…. –
-¿Cuánto? –
-Y hay una revolución que financiar …-
-¿Cuánto? –
-Además publicitar en TN cuesta un huevo ¡ ni que fueran merecenarios ! -
-¿ Cuánto? –
-…….…. -
-Ya veo. Y la pobre Señora Calamaro laburando en doble turno, criando como Dios le ayude a los chicos y estirando los billetes como chicles para llegar al 20 porque al 30 es ya imposible. ¿Te parece justo eso? Creo que iré a intercambiar unas palabras con mi mejor amiga –
-¡ No harás eso ! –
-¿ Y quién puede impedírmelo? –
-¡¡ Yo podría!! - dijo el calamar gigante en un tono de voz desquiciado –
-¡¡¡ Los muertos no hablan ni cuentan chismes !!! - agregó
-En eso te equivocas, Calamaro. Entre los seres vivos no existe hermandad alguna que supere a la de las Sirenas. Donde yo falle habrán de proseguir mis hermanas. Puedes enfrentarte a cientos, quizás miles de ellas? –
-Yo…. –
-Y sin embargo eso tampoco es lo que debería de preocuparte –
-¿ Y que cosa debería, Siren? –
-Lo que habrá de suceder si fracasas – Respondió mi hermosa compañera, con un agudo filo de buen acero en la voz.

Así, aunque todos sabíamos que el desenlace habría de ser inminente, por un instante la cosa quedó en tablas. Con sumo cuidado destrabé la funda mi Remington Steel Celeron 45, con 2 Gb de memoria de video incorporada y 1 Gb extra de caché, que hasta entonces nunca me había fallado. Sip, te preguntarás porque razón no la usé antes, pero bueno, cuando te llenan la cara de dedos no es que pensás demasiado.
Era tan denso el ambiente que bien podría cortarse con un bisturí….de los que funcionan bajo el agua.

-Bueno, amiguita, no es para tanto. Me conocés desde hace mucho y sabés que soy un humorista –
-Lo sé, pero olvidaste tu roja nariz de payaso –
- ¡¡¡¡ Ja ja ja ja !!!!!! Que ocurrente, amiga, me encantaría quedarme a charlar con vos, pero tengo una entrevista de trabajo –
-En serio? –
-Sip, de los Atlantes. Esos tipos siempre andan construyendo guevadas. Medio al pedo lo hacen pero no me quejo, mueven la economía –
-Eso es cierto, Calamaro –
-Bueno, nos veremos por ahí amiga –
-Puedes apostar por ello, Calamaro –

El pobre calamar gigante se puso más verde aún mientras se iba. Y sip, no me avergúenza reconocer que le debo la vida a mi compañera adorable.

Después de todo, yo no soy machista.

VI

Ya frente al palacio de cristal del diabólico MojaRey, topé con el último y más difícil escollo.

-¡¡¡¡ Alto allí, intruso !!! ¡¡¡ Si aprecias tu vida, no atines a dar otro paso !!! -

Era una voz enérgica, acostumbrada a ser obedecida. Al girar vi a un hombre de mediana edad y poderosa musculatura que hacia mí se acercaba. Su camiseta de naranja chillón, hería el buen gusto y los ojos al mismo tiempo. Obviamente no era Gullit, más bien tenía un aire a Van Basten o ….

-Acuamán, ¡¡¡ vos sos acuamán !!! –
-El mismo que viste y calza –
-¿Y por qué razón me detienes? ¡¡ Vos sos de los buenos!! –
-Lo era, ya no más –
-Que bajón ¿ y a qué se debe el cambio? –
-Me embolé de estar en segundo plano, siempre detrás de los otros. Puedo tolerar estar detrás de Superman porque bueno, el tipo viene de otro planeta y con el dedo meñique te hace puré de papas y de la mujer maravilla, porque es un placer de los dioses mirarle de atrás esa mallita ajustada pero ¡¡¡ detrás del murciélago, jamás de los jamases!!! ¡¡¡ No sé que mierda le ven a ese tipo !!! No tiene superpoderes ni los patitos de la fila. Sip, tiene algunos chiches interesantes porque mosca no le falta, ¡ pero yo soy el amo de los mares y océanos! No hay punto de comparación entre ambos.
Y sin embargo, ¿quién tiene más prensa? ¿De quién se disfrazan los chicos en los carnavales? Me harté de que me rompan las pelotas y me fui con el diabólico MojaRey. Aquí soy el único amo -
-Detrás del diabólico MojaRey –
-¡¡¡ Nada de MojaRey !! ¡¡ Soy yop mi único Amo !! –
-Y por eso el diabólico se rasca los hue..cos en el castillo y vos aquí afuera te cagás de frío patrullando –
-Soy un superhéroe, inmune al frío –
-No es ese el punto y lo sabes, compadre –
-Bueh, ahora que lo pienso en frío, alguito de razón te concedo –
-Además, si me permites decirlo, te fuiste de forma precipitada –
-Te expuse ya mis razones –
-Que no son válidas, amigo. Decís que el murciélago tiene más prensa y es obvio. El tipo está como una cabra y encaja perfectamente en un mundo que cada día está más loco. Y sino fijate: el tío George, Trump, Maduro, Putin, Bolsonaro, el tipo este de Corea del Norte que tiene el apellido de una lata rodando…..y siguen las firmas. Es obvio que va a estar en su elemento. La pregunta es, vas a dejarlo disfrutar de los laureles sin pelearle espacio? -
-Te lo planteo desde otro punto de vista. ¿Vos querés que los niños se identifiquen con un murciélago chalado o con el rey de los mares y océanos? –
-Ahora que lo decís, da para pensarlo –
-Ni lo pienses, compadre. El mundo no va a cambiar por sí mismo, vas a tener que ayudarlo –
-Ta bien, ta bien, me convenciste. Tenés razón en todo lo que dices, pese a las melosas palabras del diabólico MojaRey, aquí también no era otra cosa que un subordinado –
-Muy por debajo de tu nivel, amigo –
-Ciertamente. Además, ¿qué querés que te diga? ya lo venía pensando. Los niños del mundo se merecen un superhéroe con los patitos en fila –
-Ciertamente –
-¿ No sabes si sigue vacante la mujer maravilla? –
-Nadie logró capturar aún su corazón, según tengo entendido –
¡¡¡ Buenísimo, Larguito!!!. ¡¡¡ Ya mismo me rajo !!! Tengo muchas cosas en las que ponerme al día. ¡¡¡ Todos a mi compañeros!!! -

Y así, seguido por cientos de miles de acuáticos seres a sus órdenes, en menos de un pestañeo, se esfumó lo que era ya la última guardia. Las puertas del Palacio de Cristal del diabólico MojaRey estaban desprotegidas y sin miedo alguno las atravesamos.

VII

Sinceramente, me había imaginado que el diabólico había puesto los pies (o la cola, se entiende) en polvorosa, mas no fue así. Lo hallamos en su oficina, cómodamente repantingado.

-¡ Diabólico MojaRey, tus lóbregas andanzas terminan ahora mismo ! – grité al transponer la puerta.
-¿Así parece, verdad? ¿Querés una birra? –
-¿ Eso es todo lo que tenés que decirme? –
-¿ Y qué querés que haga, Larguito? ¿El hara-kiri? No soy japonés compadre, por si no te has percatado –
-No se, supongo que un intento desesperado, como haría todo villano que como tal se precie. Más o menos como el depredador, que al sentirse acorralado con su notebook hacía volar todo por el aire.
-Tas en pedo, Lebón. ¿ Sabés los peces que laburaron haciendo todo esto? Sería una falta de respeto sideral hacerlo volar por los aires -
-Bueno, era una simple ocurrencia –
-Si se me permite decirlo, muy mala –
-Te estás yendo a propósito del tema, diabólico MojaRey –
-¿ Y acaso podés culparme? -
-Pues nop, pero lamento decirte que estás bajo arresto –
-Sip, me imaginaba. Podría ponerme las esposas tu bellísima compañera? La última voluntad no se le niega a nadie –
-No vas a morirte, diabólico. Sencillamente vas a ir a la sombra unos quiticientos años –
-No en Guantánamo, Larguito. Allí se mide en minutos las expectativas de vida.
-Ahora que me lo dices, es cierto. Y te lo tomas con mucha calma –
-Estoy tranquilo, compadre. Infortunio y suerte son caras de una misma moneda. Muchas veces me tocó disfrutar de una. No voy a llorar cuando la suerte me depara la otra, es parte del juego –

A esta altura del partido mi hermosa compañera tenía los ojos cubiertos de lágrimas. A mi también uno que otro lagrimón se me escapaba, no me avergüenza decirlo.
Me caía bien el MojaRey, por más esfuerzos que hacía en la dirección contraria.

En fin, tenía que cumplir una misión y lo haría. Así pues, haciendo gala de toda mi entereza dije:

-¿ Está bien fresca la birra? –

VIII (Y, piadosamente, final)

El tío George nos clavó sus ojos oscuros, en una mirada letal ante la cual muchos peces gordos se garcaron en las patas. Siren y yo, sin inmutarnos la resistimos. No es que fuésemos la mar de valientes, ni mucho menos. Sencillamente, otra no nos quedaba,

-¿Y dicen que el diabólico MojaRey ya está libre? –
-Ni cinco minutos estuvo detenido, lo defendió Perry Mason, un infierno de abogado –
-Y carísimo, no está al alcance de cualquier pilincho –
-Bueno, las malas lenguas dicen que el diabólico tiene un fardo de plata –
-Producto sin duda alguna, de sus acciones ilícitas –
-Pues nop, tío. Sencillamente le vendió su palacio de cristal a los atlantes que se vuelven locos por esos chiches. Bien sabés que para ellos el oro no es un problema, pues conocen como fabricarlo –
-¿ Y mis estaciones petroleras capturadas? –
-Todas en perfecto estado tío, ya están funcionando –
-¡¡¡ Excelentes noticias sobrino !!! Entonces la misión ha concluido, les enviaré por correo sus honorarios y viáticos –
-¡¡¡ Ejem!! No es por desconfiar ni mucho menos, pero preferimos el efectivo. Tus cheques por correo, por esas extrañas cosas de la vida, suelen extraviarse. Y demasiadas veces nos jugamos el pellejo en esta misión suicida, como para hacerlo por nada –
-¿ Desconfías de mi palabra, sobrino? –
-Para nada, tío. Pero si andás corto de fondos podés pedírselos a la tía. Porque supongo que le habrás devuelto ya lo que te prestó el año pasado –

Por un instante se le desorbitaron los ojos al tío. Por un instante tan solo. No se llega a su posición sin aprender a tragarse sapos.

-Eso no será necesario, Larguito. Hasta les anexaré un bono, por misión en tiempo y forma cumplida –

Así pues, bien lubricados los bolsillos, mi adorable compañera y yo nos retiramos. Mentalmente comencé a contar con la certeza de que no llegaría a los veinte. Cuando iba dieciocho oí el grito destemplado.

-¡¡¡ Largo Lebón IV !!! ¿ Qué significa esto? –
-¿ A que te refieres, tío? –
-¿ Como a qué? ¿Cómo a qué? ¡¡¡ No hay agua en la casa !!! –
-¿ En todas las canillas tío? –
- En todas, ¡¡¡ en todas!!! ¡¡¡ ni una mísera gota de agua !!! ¡¡¡ Sale petróleo de todas ellas !!! –
- Debés estar contento, entonces. ¿ No era ese tu sueño dorado ? –
-¡¡¡ Que sueño ni sueño, boludo !! No podés beberte el petróleo, ni afeitarte con él y muchísimo menos darte un baño !!! –
-Bueno, lo hubieses pensado antes. El diabólico MojaRey te está devolviendo todo tu petróleo, no hace más que cumplir con su palabra –
-¡¡¡ Pero yo no quiero petróleo en mis cañerías !!! –
-Para decirlo en una palabra tío: joderse. Es la letra chica del contrato –

Me giré para mirarlo y casi daba pena verlo tan abatido. Casi. Yo de sobra conocía al tío y sé que el zorro pierde la pelambre pero no las mañas.

Con un hilillo de voz dijo:

-Podés hacer algo con esto sobrino? –

Lo miré de frente entonces e imaginé los miles de peces asesinados en esas nauseabundas manchas producto de la ambición de un solo individuo y tal vez fue dura mi voz al decir:

- Vos podés hacerlo tío. Hablá con el diabólico MojaRey. Si son correctas mis fuentes, es el nuevo dueño de la Compañía de agua –

Pueden haber sido diez o quince segundos lo que tardó en digerir la noticia. Unos pocos más en procesarla. Luego estalló:

-¡¡¡ Esto es culpa tuya, mal sobrino, terrorista, traidor a la sangre!!!

Di dos pasos más hacia la puerta

-¡¡¡ Te voy a invadir, maldito. Te voy a mandar los Tomawak, los Patriot, los F- 1765248, los drones y lo peor de todo ¡¡¡ Todos los capítulos de Los Simpson !!! –

De todas las amenazas, esta última era la más terrible. Mentalmente recé una plegaria a Diosito para que solo fuese una baladronada, pero con el tío nunca se sabe.
Hice otros dos pasos cuan largo soy y estuve fuera. Recién allí respiré con alivio.

En tiempo récord junté la ropa de lana que nunca usé, guardé mi gorrito en la valija y me dirigí al aeropuerto. Con un poco de suerte llegaría para verlo jugar a Boquita y disfrutar un poco de alegría después de tanto trago amargo. La verdad es que estaba repodrido del espionaje y más que dispuesto a reemprender mis vacaciones lo más lejos posible del agua. Había tenido agua ya como para diez vidas.
En eso cavilaba, cuando una dulce y bella voz, así dijo:

-¿Hola Larguito, te estás yendo? –
-Hola preciosa, veo que tuvimos la misma idea. En estos momentos no es muy aconsejable estar al alcance del largo brazo del tío –
-Ciertamente Larguito, yo me escabullí mientras hablaban, pero oí el diálogo a través de los micrófonos escondidos –
-Bien por vos preciosa, me hubiese gustado hacer lo mismo –
-Fuiste muy valiente ¿sabés? Son muy pocos los individuos que se le plantan así a George –
-Sip, somos un club selectivo, pero no hablemos de cosas feas, vas a volver con Chizo? –
-Lo mandé a la mierda, Larguito. Estaba harta de las giras interminables, siempre rodeados de tipos en pedo haciendo los cuernitos. Así que le mandé un watsap diciendo que terminábamos –
-Un watsap? Mamita, que fría!!! –
-Hay que adaptarse a los tiempos, Lebón, actualizáte –
-Tal vez preciosa, tal vez. Y donde vas a ir ahora solita? –
-No voy a ir sola, Larguito –
-Nop? –
-Absolutamente. Estaba pensando en invitar a alguien –
-¡¡¡ Qué afortunado!!! –
-Ciertamente, verás Larguito. Pienso invitar a un caballero que tras su apariencia anodina, esconde a un genuino Sir Galaad, capaz de jugarse el pellejo por los desprotegidos, aún yendo en contra de su propia familia –
-Ahhh!!!! Ejem!!! –
-Querés acompañarme en mis vacaciones en el mar, Larguito? –

Y sip, compadre, como te estaba diciendo, ¡¡¡ me recontraencanta el agua!!!












Texto agregado el 28-12-2019, y leído por 67 visitantes. (0 votos)


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