Si quiero un abrazo lo pido, acaso vos negarias uno?
Te importaria saber el porqué de la petición? Entonces pregunta. Quien pide un abrazo podría estar pidiendo una caricia al corazón, un mimo al alma...
Te acordás cuál fue el último abrazo que diste? Y a quién se lo pediste? O simplemente bastó una mirada y una sensación para que ambos se entregaran y acaricien complotadamente?
El abrazo es ese momento en el cual el amor me toca hasta la vena más profunda, a veces me gustan fuertes y estimulantes, otras sutil y amorosamente contenedores, llenos de ternura y cariño...

Será por eso que abrazamos menos de lo que nos saludamos? Imaginate que cada saludo esté acompañado de un abrazo, del tipo que vos quieras dar, tierno, fuerte o cortés.

Las despedidas suelen ser sinónimo de abrazos, y a mi juicio, regalan la ternura y la fuerza que acompañará a quien se marcha, a quien se retira vaya a saber porqué y para qué. Quien parte, se irá calentito y emocionado, seguramente con anhelo de más adelante volver y abrazar de nuevo, pero esta vez pudiendo ser doble. Abrazo al llegar, y abrazo al partir...