Cómo dice Mauricio; "Me sale muy caro viajar a Marte cada martes, sólo para amarte"
¿Y a la luna? Ni hablar, ya ni se de quien es, la han bajado, la han regalado tantas veces, que si se repartiera, no tocaria más de cien gramos de gruyere por persona.
Se han jurado amor eterno en su nombre, se han firmado treguas y declaraciones de guerra.
¿Cuántos aullidos de lobos o de cantantes tropicales mirando pa' rriba nos erizaron la piel?
Miles, a sí cómo miles de baladas añejas la hacen suya; que despelote más grande. Se baña en rios poco profundos o se dice que es artificial.
No se ya que pensar.
Pero la descarto por ahora, frefiero no viajar tan lejos, me basta con tomar un lápiz he ir a tú encuentro.
Aunque desconozcas lo que siento por ti y lo deduzcas por cómo te hablo, por cómo te miro cuándo estás cerca y a la vez dispersa, habitada ya por otro, por cómo tratabas de disimular aquel tiempo disimulado.
Talvez viajemos al espacio. Y los humos, que son el pasaje, nos envolverá, flotaremos cómo en una nube, atolondrados iremos más allá de la razón, nos besaremos y llegaremos a ser uno, mordere tu espalda dibujada, asfixiare la razón, no nos importará más que el deseo. La petit morte nos espera. Moriremos para redimir y vivir a si, en pecado.
Giro la página, suspiro, me sudan las manos, el lápiz se resbala y no todo lo que pienso lo puedo escribir, menos lo que sueño ya que mi almohada puede mas. Que todo tú amor...
Algún día existiran los vuelos interestelares y muchos podrán viajar a Marte. Y ese día, te aseguro, caerá martes, mas no estaré ahí, seré polvo de estrellas, un humilde sumidero de relatos, un hombre que cerraba los ojos y te buscaba en el recuerdo