En estos tiempos de reflexión, de agonías y emociones contenidas, de no poder tocar y abrazar a quien se ama, de perder de vivir experiencias por miedo al contagió. Alivió mis noches mojadas con auto placer, porque al sentir que la vida se nos escapa nos da ganar de sentir, de vivir... Entre los fríos días de este invierno la soledad es mi compañera, me invita tragos a medias tardes cuando cae la llovizna y se ponen heladas mis mejillas.
Besa mi cuello con tanta intensidad, derribando cada muro en mi mente, haciendo que olvide esta realidad, al saber que me encuentro sola en la habitación, me quema la soledad. Hasta tal punto de provocarme de insitarme a la lujuria, a desbordar la pasión contenida de estos días de encierro; como negar que a pesar del dolor, de la tristeza sigo teniendo mis instintos más banales, pienso en el como si nunca lo hubiera hecho, como si el tiempo sin sexo se volviese eterno... Es inquietante que con tanto que ganar al liberar las tensiones, le tengamos más miedo al que dirán..!