Colombia no ha podido trascender la historia, sigue escribiéndola sobre la misma página manchada de sangre. Sobre la sangre reseca de las víctimas, vuelve a echar sangre fresca y caliente. Poco a poco vamos escribiendo la historia más dantesca de Latinoamérica, de paso dándole mal ejemplo a la región y a los niños y jóvenes de esta tierra hermosa hasta hace algunos años atrás, pero ahora peligrosa, amenazada por el monstruo de las siete cabezas, monstruo creado por seres más monstruosos, que por la maldita ambición no midieron consecuencias, al punto de poner en riesgo sus propias vidas y su propia libertad. Por más esfuerzos que se han realizado no se ha podido acabar con ese monstruo, al que le seguirán saliendo más cabezas.

El ser humano es víctima de sus propios inventos, no solo pone en riesgo a los demás, sino que también se arriesga a morir, pues por todo lado hay francotiradores ávidos de sangre. Francotiradores que cuando no encuentran a quien dispararle le disparan a la misma luna, que rota en mil pedazos nos devuelve a la caverna de la que difícilmente vamos a salir. Hemos vuelto a la época de la barbarie y muchos se preguntan ¿qué está pasando? La respuesta es obvia, evidente palpable, verificable y hasta medible. Solo hay que seguir ese río de sangre que amenaza con desembocar en el mar, como si ya no estuviera contaminado de plástico, petróleo, tapabocas y cadáveres de animales y hombres muertos.

El ser humano se merece toda la tragedia que todos los días se cierne sobre su existencia, pues no piensa, no discierne, no ve así le pongan los muertos en sus narices. El planeta, ya no da más y los poderosos tratan de asegurarse un lugar en la tierra, así tengan que eliminar millones de seres humanos. Al planeta ya no le cabe más, ya no produce tanto como lo hacía ayer, hemos llegado a un punto tal que estorbamos a los poderosos, primero ellos y después que se jodan los demás. La solución desde mi punto de vista, no es diezmar la población, sino ejercer control sobre el corazón de la humanidad, pues para muchos ha dejado de ser lo que era antes, ahora solo es una glándula necesitada de sangre, no importa que te quite la tuya, pues ellos no saben vivir sin sus ambiciones, han convertido a la humanidad en una mercancía, hasta el amor lo han convertido en negocio, la política ni hablar, la justicia así le pongan todas las pruebas termina fallando a favor del monstruo. Ojala que me equivoque y dentro de poco veamos al monstruo creador del monstruo de las siete cabezas en una mazmorra. Creo que ese no es solo mi sueño, sino el sueño de muchos.

No solo nos ha tocado soportar esta guerra biológica-económica, sino también el renacimiento de los vampiros. Ojalá no les vaya dar por una guerra nuclear que cerrará para siempre la historia porque no quedara nadie para volverla a contar. Todo nos demuestra que estamos más preparados para la guerra que para la paz y muchos siguen tan campantes como si nada estuviera pasando.

AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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