Se entiende a la perfección, si como perfección se entiende desde sus infinitas variables, por lo cual es dable deducir que la perfección no existe, así como no existe el infinito en la racionalidad, luego lo que se entiende está supeditado a lo que se quiere entender, de modo que el expresarse con palabras implica la intervención de la razón y esta obviamente conlleva múltiples significaciones tanto en sentido como en signo. Signo-señal de estar o no de acuerdo, signo-señal de agradar o desagradar, signo -señal de creer o no y otros indicativos desencadenantes de alternativas a lo expuesto, cuyo sentido puede ser infinito e imperfecto, o todo lo contrario conforme a la racionalidad que tiende siempre a la identidad. Identificarse supone estructuras no necesariamnte propias, siendo estas mayormente adquiridas, llamando propias a la deducción de lo observado y lo observado se relaciona con lo que se es o lo que se cree ser, válidos ambos casos en cuanto que creer crea espontáneamente lo que es, allende la preferencia. Pero sí, se entiende a la perfección.