LA VERDAD

Había llegado el momento de decir la verdad.

Mi hijo volvía de la escuela y me di cuenta que algo no andaba bien.

Le serví su merienda y dije como al descuido:

_Alguien se olvidó de dar un beso a la madre_ A lo que contestó _ Bien dijiste_ A la madre_.

¿Habría llegado el momento tan temido? Me pregunté.

Un grito de rabia retumbó en el ambiente y miles de Porqué.

Estaba preparada para decirle la verdad pero no así.

Acaricié su cabecita y lo más dulce que pude le conté todo sin omitir detalle.

Para mi asombro, corrió hasta mis brazos y me abrazó fuertemente.

Hoy ya es un hombre y no volvió tocar el tema.