Duelen los minutos que transcurren.

Duelen los tiernos momentos compartidos.

Duelen los horas dedicadas para poner los limites.

Duelen los largos días de silencio.

Duele la soberbia que rompió los bellos paisajes del crecimiento.

¿Donde quedaron los goen goen?

¿Quien se quedo con mis angue angue?

¿ Devuelvan los adorables ajo ajo coronado de dorados rulos?

“Malvado tiempo “

¡Se hicieron mayores!

Sus ambiciones les robaron la memoria.

Dejaron en olvido las caricias de terciopelo.

Las manos que guiaron sus pasos.

Los cuentos que los hicieron conocer sueños de conejos traviesos.

Las canciones infantiles que acompañaron su infancia.

Las oraciones con sus manos juntas para ser cada día mejores.

Se le perdieron los olores, los sabores del alimento.

Esos manjares que nutrieron su alma, su espíritu, sus cuerpos.

Perdieron el sonido de la voz que los guio para ser ellos mismos.

¡No quiero sentir resentimiento!

Adultos irracionales que maltratan lo vivido.

Lagrimas desoladas se deslizan impotentes.

El alma se hace trizas en el pecho que los cobijo.

Hechos, palabras desparramaron sin coherencia.

Hoy solo les queda la cobardía.

“El orgullo la soberbia”

Son los tiranos que mantienen cautivo marchitando.

El cariño cultivado desde el corazón.

CAL.COR