| Esta es la historia de Susana de siete años y Diego de cinco años.Cuándo su madre les traía el almuerzo, ellos empezaban a renegar porque no les gustaban mucho las verduras, ellos solo querían comer  carne, arroz, pollo pero nada de verduras.
 - Pero mamá no me gusta el brócoli ni  las zanahorias  decía Susana 
 - Pero Susana debes comer tus verduras para que puedas crecer fuerte y sana.       Decía su madre.
 - Mami a mí no me gustan las zanahorias ni tampoco los tomates  dijo Diego-
 - Escucha mi pequeño las zanahorias te ayudara a mejorar tu vista, no hay nada mejor que las verduras.
 - Bueno si no quieren comer sus verduras entonces no habrá postre.
 - ¡Qué! Pero mamá
 dijo Susana.
 Cuando su madre fue para la cocina, en ese momento las verduras empezaron a desfilar uno a uno muy enfadados como; la señora zanahoria, el señor brócoli y el señor tomate.
 Todos ellos estaban muy triste, porque los niños no los querían
 - Niños porque ustedes no nos quieren  decía la señora zanahoria si yo les doy   vitamina A, que les ayudará a sus vistas-
 El señor brócoli comentó: - Estoy muy preocupado por ustedes niños no saben que yo, el brócoli soy una verdura muy buena y con muchos beneficios para su salud debido a que soy muy rico en fibra, vitaminas, minerales y compuestos antioxidantes.
 -Yo también dijo el tomate, yo soy  rico en vitaminas y minerales, aportó mucha vitamina C, además de vitamina A, K, hierro y potasio. También puedo ayudar a proteger sus ojos de enfermedades al igual que la señora zanahoria.
 - Nosotros las verduras somos muy saludables, no puedo entender porque ustedes nos rechazan sin siquiera  probarnos. - Decía el señor tomate -
 - Pero nosotros no queremos verlos tristes verduritas  dijo Diego-
 - Entonces deben comer todas las verduras que su madre les prepara.  Dijo el señor brócoli -
 En ese momento Susana cogió un brócoli y se lo llevo a su boca y dijo:
 -	Diego esto no sabe tan mal, pruébalo
 Diego cogió un brócoli y empezó a comer.
 - Tienes mucha razón Susana no son tan malos.
 Finalmente los niños poco a poco empezaron a comer toda la verdura,
 Y las verduras se pusieron muy felices al ver a  los niños comer con tanto gusto.
 Cuando su madre llego, se sorprendió mucho al ver que los niños habían terminado todo su almuerzo, y sobre todo habían comido toda su verdura.
 Y les dijo: - Muy bien niños, ahora les traeré su postre, pero antes me pueden  explicar que paso!!!
 - Bueno mamá, es que nosotros ahora sabemos que las verduras son muy buenas para nuestra salud y que nos aportan muchas vitaminas. Dijo Susana.
 Y desde ese día las verduras, Susana y Diego se hicieron muy buenos amigos, porque ellos querían crecer sanos y fuertes.
 
 FIN
 
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