Escribo con la pena en el alma,
las lágrimas asomando mis ojos,
la tristeza dibujada en mi cara
como una carga en reconocimiento
que nunca seremos felices.
Al viento envío mis plegarias
de que tenga algún consuelo
en la soledad que se explaya
ante mí, sin ti.
El sonido de nuestras risas
pasará a ser el baluarte
dónde cosecharé, quizá, algún día
tu recuerdo.
Texto agregado el 16-12-2020, y leído por 57
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