Había tanto en su mirada
que el poema se quedaba corto
para expresar tanta belleza
su belleza era infinita.
En un abrir y cerrar de ojos
hablaba del día y la noche
del mar y del cielo
de la vida y la muerte.
No hablaba de deseos
no hablaba de proyectos
era inmensa como el cielo
como el mar en un segundo era nueva.
Había tanto en su alma
que no necesitaba riqueza
su belleza era perfecta
muy pocos podían verla.
Si la viera toda la humanidad
pronto perdería su encanto
la corromperían mirándola
su belleza no era para los ojos.

AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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