"La hora"

Llevaba años ahorrando y al fin consiguió su sueño: poder comprarse un Mercedes, al que denominaban "Baby Benz". Se sentía libre en él. Decidió estrenarlo en la famosa carretera Duarte, famosa por su longitud.

Comenzó de a poco con el acelerador hasta que no se pudo aguantar y lo llevó a 150 km por hora sintiendose una junto al vehículo. En su emoción, tarde, se acordó de la famosa " Curva del Diablo ". No le daba el tiempo de poner frenos y sufrir más daños por la velocidad que llevaba. Se encomendó a todos los Ángeles y pasó la Curva chocando de un lado a otro. El coche terminó casi arruinado.

Se quedó quieta frente al volante, sin creerse que hubiese salido ilesa, dando gracias a Dios. Cuando ya se hubo calmado, abrió la puerta de un empujón, salió fuera a ver los daños. No bien acababa de posicionarse al frente cuando pasó un pequeño ómnibus que no se la llevó de cuajo por cuestión de segundos. Sin poder creer su suerte, vio al cabo de un tiempo a una grúa para que llegaba para que la socorrieran. Cuando la misma llegó se sintió furiosa pues los rescatistas estaban más ocupados con la parte lateral del vehículo al punto que ni le habían hablado. Se dirigió hacia ellos hecha una furia y ahí se dio cuenta de lo que pasaba. Se quedó de piedra cuando pudo vislumbrar su propio cuerpo sin vida, hecho una madeja de sangre y huesos, lo supo entonces. Supo que cuando te llega " la hora" te llegó. Sin escapatorias. Nunca, sin embargo, nunca llegó a enterarse qué la mató. Si fue el choque sufrido o el arrolle del ómnibus. Su cuerpo incorpóreo fue llamado a su destino final.