Atento estuve ese día,
muy temprano a la mañana,
entró el sol por mi ventana,
llenándome de energía.
Di un salto con alegría,
tomé el mate con galleta,
le hice al perro morisquetas,
y me dispuse a salir.
Juro, no lo vi venir,
al turco con camioneta.
Estacionó frente al rancho,
con soltura y desparpajo,
pa’ decirme por lo bajo,
-Hay trabajo en lo de Pancho.
Lo dijo y se puso ancho,
como quien hace algún bien.
-Por la hora, pagan cien –
continuaba el desgraciado.
Un puñal me había clavado,
si estaba alegre, recién.
Conseguirme así, “trabajo”,
es cosa de mal amigo.
Indignado se lo digo,
¡ El turco se jué al carajo!
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Marcelo Arrizabalaga.
Buenos Aires, 31/1/2021.
https://youtu.be/7_brVaG2Hdw?si=wv2sC9hfcU8aIpi_
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