| Piel de maderael mascarón de proa
 ruge al viento.
 
 Soy un pez bien hot
 que ha de ver tu ser
 en mar sin luz del sol.
 
 
 Acongojado
 recuerdo los tiempos
 idos tan relevantes.
 
 La yegua paría
 en vez de potros ramos
 de magnolia.
 
 Mi gaucho aunaba
 monedas al cinto
 trenza al rebenque.
 
 La mama pelaba
 cebolla al fino bife
 de ternero.
 
 Al frescor del alba
 brillaba el serpentín
 del alambique.
 
 Por qué ser un genio
 de lo tan difícil si
 mejor añorar.
 
 
 Los sonidos
 de mi interior superan
 al silencio.
 
 El hondo trecho
 fluye a tranco largo
 de la impedancia.
 
 Nunca se llega
 son tubos superpuestos
 que se deslizan.
 
 Falta el aire
 y los pies hacen truco
 como la magia.
 
 Y hace falta
 previsión, celebridad,
 magnificencia.
 
 Para qué sufrir
 si el cuerpo se dispara
 del ras del ego.
 
 Y nos espera
 lo eterno liso
 en deshechar la prisa.
 
 Es tan bello
 hasta ahí está bien
 pues mas es deidad.
 
 Tengo un lugar
 donde le rezo a Jesús
 bajo un pino.
 Fuimos tan libres
 y a la sazón cada
 quien fue culpable.
 
 Volvió el viento
 y con él el movimiento
 de arena y mar.
 
 Miles de aves
 anidan en los cables
 de electrones.
 
 Éramos uno
 pero ambos fuimos
 libre comadreja.
 
 
 En el presente
 instante me remito
 a los conceptos.
 
 Dormimos cuando
 nos viene el sueño
 lo demás es pedir.
 
 Si hay muerte
 ya renacerán nuevos
 capullos en flor.
 
 La clave suerge
 en ser ciego al rayo
 sordo al trueno.
 
 Los ojos están
 para no ver al oso
 en la obscuridad.
 
 Quieres pan pues
 descorcha la harina
 que al jarro vaya.
 
 Quieres soda
 gas al agua y listo,
 lo mismo con todo.
 
 Si el universo
 fue una píldora
 apelotonada...
 
 En una reunión
 de impuntuales todo
 es puro vacío
 
 
 .
 El estío fue
 fiel al abrasivo calor
 de un loco sol.
 
 Mujeres y hombres
 triturados por guerra
 en el ring side.
 
 Cual la montaña
 rival del horizonte
 en media luna.
 
 Tengo el frío
 de un bastón torcido
 de tanto temblar.
 
 Aunque querramos
 no se puede opinar
 en dictadura.
 
 Quisiera decir,
 callar es de cobarde,
 luchemos por la paz.
 
 
 
 Decido comprar
 un cigarrillo de diez
 mas encendedor
 
 Me siento solo
 de la radio escucho
 la lluvia venir.
 
 Con el humo gris
 voy a expirar aros
 de mis entrañas.
 
 Veo una piba
 con el cabello azul
 de sutil mirar.
 
 Desprogramada
 dueña de una ciudad
 fantasmagórica.
 
 Soy redundante
 al pretender descubrir
 sus atributos.
 
 De pronto espantó
 una mosca y pensé
 me saludaba.
 
 Estoy dispuesto
 a disculparme pero
 ella me ignora.
 
 No obstante su
 un cabezazo doy
 de gol al ángulo.
 
 Y prisionero
 del futuro omito
 al cruel ahora.
 
 
 Al tacto eres
 durazno comparado
 con puercoespin.
 
 Por la nariz sos
 lavanda comparada
 con un zorrino.
 
 Al avistaje
 eres castillo cerca
 de la garita.
 
 Al oído sos
 un vals comparado con
 un gran estruendo.
 
 Y de sabor sos
 puchero comparado
 con la buzeca.
 
 Pero eres mi
 novia gheisha y eso
 es lo que cuenta.
 
 Y prisionera
 del futuro con besos
 del cruel ahora.
 
 Pues no me puede
 dar el sol porque muero
 pero si dinero.
 
 
 De mirar covids
 los mosquitos aprenden
 esquivar golpes.
 
 
 Toda estrella
 es reencarnación
 de una florcita.
 
 El factor uno
 es el trampolín
 para llegar al cinco;
 al diez se llega nadando.
 
 Aunque cueste
 levantar la cola
 huye del que pega.
 
 
 Las vías del sol
 son los rayos que lamen
 la propia luna.
 
 Y de blanco la
 bella yace pintada
 cuál una novia.
 
 Después nosotros
 somos simples testigos
 de dicho amor.
 
 
 A cara o cruz
 del lado de la mostaza
 con la milanesa.
 
 Se hace largo
 el estío con el sol
 tan abrasivo.
 
 Pudren los rayos
 del color de la uva
 chinche parral.
 
 Y el invierno
 acusado de meter
 gripes y covid.
 
 Compren sombrillas
 ciudadanas del globo
 o bien paraguas.
 
 Forjan al mundo
 carácteres férreos
 en morir de pie.
 
 Pese a Jehová
 se cuece la grasa
 del chancho animal.
 
 En la vida se es,
 del variado espectro,
 parte de un todo.
 
 Riega el jardín
 las lágrimas de dolor
 del paraíso.
 
 Tristes en vida
 huérfanas y huérfanos
 codo a codo.
 
 Y a su modo,
 somos, quien mas quien menos,
 hijos del rigor.
 
 
 Con el cacumen
 en el casco protector
 del viento gozo.
 
 Es la esperanza
 sobre mi futuro
 inadivinable.
 
 Un solamente
 la pizza al destino
 me libra del cero.
 
 Aun extraviado
 llegará la comanda
 tibia o dura.
 
 El alimento
 es para la barriga
 como la hebilla.
 
 Al alba del día
 a cuarto menguante
 o fin de los tiempos.
 
 
 En las corridas
 ahora el torero
 será un robot.
 
 La luna blanca
 del color de la leche
 en sol exitado.
 
 De testa al viento
 el brazo traspasa
 la visera.
 
 A quién importa
 en la madrugada
 fumarse un chilo.
 
 Solo a mí le
 cabe la dicha de no
 pegarse un palo.
 
 Pués además de
 fumar, le he bebido
 la sangre al vino.
 
 Fui a consolarte,
 pequeño detalle,
 y no respirabas.
 
 
 La patada la
 y arranca la moto
 cebado los dos.
 
 El humo blanco
 redunda en la neblina
 del recio vapor.
 
 Cual etiqueta
 del tanque se asoma
 la furia en mi.
 
 Irán llegando
 pizzas y empanadas
 pero ahora no.
 
 El cajón es un
 freezer con vacunas
 del maldito covid.
 
 Allí voy abuelas
 a protegerlas del mal
 con la sputnik.
 
 Sientan el gusto
 y por Dios huelan las flores
 y no tosan.
 
 Hilo de coser
 es la ruta del llano
 a velocidad.
 
 
 Unos bandidos
 entonces me detienen
 en pos de la carga.
 
 Danos la pizza
 y si hay birra también
 mas el dinero.
 
 No es comida
 son los medicamentos
 para el covid.
 
 Si ésto comes
 víboras del ombligo
 te asomarán.
 
 Tu panza será
 hazme reír del mundo
 y tu culo hiel.
 
 Quiero comerte
 a vos y la moto
 y la cajuela.
 
 Es un gran freezer
 y el gran cargamento
 algo redentor.
 
 Se educado
 ponte un tapabocas
 que yo me rajo.
 
 En la distracción
 hice un regio willy
 y salí a full.
 
 
 Quiero asi
 muy testarudamente;
 empecinado.
 
 Ser invisible
 para llegarle al sol
 y vacunarlo.
 
 En quizás
 ebrio inoculado
 el espíritu.
 
 Y que el puto
 se aplaque cien por cien
 ultravioleta.
 
 Que el gentío
 deje de parecerse
 a las tostadas.
 
 Y los ancianos
 librarse de ser muñecos
 de las brujas.
 
 
 
 
 Por controversias
 viene abucheada
 dicen que miente.
 
 Pero al final
 se confesó pansexual:
 Abierta a todo.
 
 Perfecta virtud
 ideal conciencia
 un engranaje.
 
 Comenzando allí
 un querer conquistarla
 de amor sin par.
 
 Sus dos ojos son
 esferas aplastadas
 por la curiosidad.
 
 Su boca gris
 danza al ritmo grueso
 de la palabra.
 
 Solo yo puedo
 ver al través del sabio
 pe pentagrama.
 
 La luna rueda
 y vierte constante
 polvo dorado.
 
 De allí saldrán
 redondos los anillo
 de casamiento.
 
 Es guitarra
 su caja toráxica
 vibrando vivaz.
 
 Y así puedo
 verla temblar miedosa
 de lo ya hecho.
 
 Tengo la edad
 De cristo, el par de tres,
 Los orientales.
 
 Tiene Ella: Los
 dos locos patitos;
 veintidós abriles.
 
 A primer vistazo
 primero un párpado
 calló furioso.
 
 (Y si he de caer
 que sea sin las pizzas
 cuando esté solo.)
 
 La seña del ciego,
 el tocado de monja,
 fue su respuesta.
 
 Al equilibrio
 le falta el contrapeso
 de la clase media.
 
 Sus labios están
 marcados de rabioso
 funcionamiento.
 
 Dormido sueño,
 el porvenir futuro
 del nuevo mundo.
 
 Toreros robots
 Y los banderilleros
 con gas pimienta.
 
 Repartidores
 de espalda con mochila
 de pedido ya.
 
 Y en la nueva
 Era de asientos libres;
 Ella conmigo vendrá.
 
 
 Corro aprisa
 con la salsa verduzca
 super picante.
 
 Aprisa porque
 los pedidos se juntan
 de apilones.
 
 Ají del niño
 de la ramera por voz
 de tanto picor.
 
 Viaje de Cayena
 de un solo frasquito
 de jalapeño.
 
 Destino final
 set de televisión de
 famoso programa.
 
 Recientemente
 adquirido por joven
 de célebre fama.
 
 Hijo de un gran
 prócer de idiosincrasia
 encarnizado.
 
 Sin respetarse
 semáforos, señales,
 ni contramano.
 
 Con la pura fe
 de llegar al destino
 sano e intacto.
 
 Su cabeza es
 maqueta del futuro
 un arcoiris.
 
 En base de canas,
 salen rastras azules
 rojas y beige.
 
 Es simpático
 de gran efervescencia
 carismático y de mucho gesticular.
 
 Desde el vamos,
 a ganar el concurso,
 candidatazo.
 
 Igual al padre
 cuando jugaba siempre
 atado al gol.
 
 Recio jurado
 lo examina a full
 pero subyugados.
 
 Es que cocina
 tan genial cual Argiñano
 casi como Gardel.
 
 Pero hoy hace
 sándwiches mexicanos
 con lomo grillé.
 
 Bronco azote
 al paladar avezado;
 acostumbrado.
 
 Quisiera probar,
 y aunque mas no sea
 dar un bocado.
 
 Y si lágrimas
 derramo, hacer división
 con el muchacho.
 
 
 Y vacunado
 se contagió Alberto
 el presidente.
 
 Muy querido es
 nadie lo va ignorar
 y respetado.
 
 Pero hay otros
 las velitas prendiendo
 por cada santo.
 
 Santos y santas
 en aunque mas no sea
 quedar ausente.
 
 Muy impedido
 de gobernar la nación
 por mucho tiempo.
 
 En para así
 asumuir la Cristina
 internacional.
 
 La gran señora
 que sin duda alguna
 nos hará triunfar.
 
 Que a lo mejor
 hasta la cruel pandemia
 por fin sucumba.
 
 
 Por el rebrote
 difícil de serfear
 a fojas cero.
 
 De restricciones
 las nuevas medidas que
 no simpatizan.
 
 La noche tenue
 de simpática gente
 las calles vacías.
 
 Bingos y casinos
 en la calma bachicha
 de saco roto.
 
 Y al deporte
 también se le limita
 la respiración.
 
 Y de mas de diez
 prohibidas las fiestas
 de cumpleaños.
 
 Unos aplauden
 algunos se oponen
 mejor acatar.
 
 Sigue el covid
 no afloja la muerte
 es de lamentar.
 
 A cara de perro
 disparada de casos
 con nuevas cepas.
 
 Será culpable
 el calor que aprieta
 de un sol detractor?
 
 Y en el frescor
 del invierno sanamos
 para luego caer?
 
 Y en la pisada final
 del estío empeora
 en vez de zafar?
 
 Es que comemos
 excremento podrido,
 filoso cardo?
 
 Es llamativo
 que sin grandes cambios
 del clima, aumentan...
 
 Hoy por hoy somos
 dragones y no toros
 de Pamplona, eh.
 
 Y los bosques, ah
 se los devora el sol
 que quema cual hiel.
 
 Lo sé, son todos
 los granos de la siembra
 tan subvertidos.
 
 Es alarmante
 hay tantos perecidos
 sin ver el final.
 
 Salvanos cielo
 deja tú de succionar
 las almas nuevas.
 
 
 Tus muslos siguen
 la recta huella
 de un laberinto.
 
 Vibra el cielo
 nos resurge la dicha
 del dulce polvo.
 
 Rociada de miel
 le entraste al latex
 innecesario.
 
 Luego de un fin
 volvemos a comenzar
 tan relajados.
 
 Un trueno oigo
 al decir en mis oídos
 vamos de nuevo.
 
 Pongo mi diestra
 al servicio sublime
 de acariciar.
 
 Aún de prestado
 intrépido futuro
 te aproximas.
 
 Parsimonioso
 persivo una bacteria
 en tu cacerola.
 
 Derrapo y doblo
 hundido el taco
 sobre la huella.
 
 Y miro perplejo
 el famoso rasante
 moño turquesa.
 
 
 Apoltronado
 no quiero ser estatua
 del egoísmo.
 
 Mis variaciones
 son tan minimalistas
 que no las veo.
 
 Porque conozco
 de amar, del asunto
 un montonazo.
 
 Al fin del destino
 ambiciono de verdad
 un buen promedio.
 
 Mi lucha está
 en flotar y no descansar
 sobre las brasas.
 
 Y no andarse
 en forcejeos tontos
 con el idioma.
 
 Debo encontrar
 palabras que describan
 los contenidos.
 
 
 Al decir chau chau
 invadió el recinto
 pesar y congoja.
 
 Yo, sin dialéctica,
 hablaba en espiral,
 filosofaba.
 
 Me arrepiento
 de mi chato talento
 del seudo cliché.
 
 Es una pantalla
 la pollera de Sindy
 y sus piernas luz.
 
 Aunque no quiero
 tengo tantos defectos
 de nacimiento.
 
 Soy simpático
 me salva el carisma
 y el ciclomotor.
 
 Y forcejeamos
 con la delicadeza
 de unos pájaros.
 
 Cuando hay amor
 las fuerzas se inhiben
 bajo la lupa.
 
 Álgida lucha
 porque no se termine
 nuestro momento.
 
 Soy un electrón
 entre muchos millones
 de motoqueros.
 
 Y emergemos
 de asfalto altivo
 hacia un núcleo.
 
 Tan necesarios
 cual los medicamentos
 robots de carne.
 
 Aunque hoy por hoy
 la pandemia nos hace
 brazo constructor.
 
 Con el presente
 pasado y futuro
 unido al todo.
 
 La contracara
 el abastecimiento
 de petróleo.
 
 Un par de mundos
 de un mismo trabajo
 el delivery.
 
 Curtido en ir
 con cargos a destino
 a debido tiempo.
 
 Con el regreso
 piola y relajado
 en busca de mas.
 
 Siempre es igual
 con a la vez distinto
 una y otra vez.
 
 Cada familia
 es cosa de admirar
 y la propina.
 
 Los surtidores
 el aire de las gomas
 e ir al quiosco.
 
 Mención aparte
 la moto que nos traslada
 un dios de metal.
 
 
 Voy sabiendo,
 por jalar antibióticos,
 de defensas altas.
 
 Personalidad
 de carácter muy firme
 segura de si.
 
 Esta actitud
 levanta las defensas
 incluso también.
 
 Advierto peligro
 en vacunar de covid
 "siendo caudillo".
 
 Puede provocar
 una eclosión entre
 fuerzas iguales.
 
 Pingue consejo
 luego de vacunarse:
 Cordero de Dios.
 
 
 Carezco de miedo
 a lo extraordinario
 en mi corta edad.
 
 Hoy es distinto
 por la cruenta pandemia
 no hay resguardo.
 
 Me pone serio
 la idea de la muerte
 y aplomado.
 
 Allá de viejo
 cuando esté miedoso
 veré que hago.
 
 Amo los cuetes
 me place el vertigo
 me gusta pelear.
 
 Pero enfermar
 me hace reflexivo
 catedrático.
 
 Si ella se va,
 me importa un bledo,
 me busco otra.
 
 Por muchas cosas
 quedo abigarrado
 niño de pecho.
 
 Aun la caletre
 de la morte en la nuca
 me armoniza.
 
 
 La nuestra especie
 venimos de los monos;
 y el oso del perro.
 
 Y asi todo,
 las pizzas de las tortas,
 el agua del cielo.
 
 Pero es arduo
 concebir tanta muzarela
 en un velorio.
 
 Fueron varios viajes
 con empanadas también
 y tartines.
 
 A la primer tanda
 me enteré del triste
 deceso final.
 
 Una muchacha
 es la que yacen velando;
 pues no voy a mirar!
 
 Por poco tropiezo
 con una corona
 de mil gladiolos.
 
 Impertinente,
 cargado de tanto ole,
 al cajón enfrenté.
 
 Abrí los ojos
 y con estupor vi que
 era un viejo.
 
 Pues me confundí
 de salón mortuorio
 con el de al lado.
 
 Ya me parecía
 de una joven hermosa
 a un longevo.
 
 Suerte tuve
 al ser recibido
 en el hall central.
 
 Tuerzo el rumbo
 y corrijo mis días
 en pos de redención!
 
 Cual un idiota
 yo debengo del salón
 equivocado.
 
 Muy abstraído
 avanzo cual pasando
 barreras bajas.
 
 Dejé los rencores,
 y para disimular
 me persigno.
 
 Y al instante,
 de ver dicho cadáver
 me enamoro.
 
 Su tez morena,
 boca de labios de sol,
 nariz de cóndor.
 
 Me enamoré
 de una muerta, pensé,
 estoy re chapita.
 
 De todos modos
 siento que Dios me dice,
 Ella es para mí.
 
 Ella es para mí,
 igual sigue buscando
 que tal vez al cobrar...
 
 Voy a que me pagen
 y siguiendo una pista
 doy con la hermana.
 
 Es idéntica,
 son dos gotas de agua,
 eran gemelas.
 
 Cobré y partí
 con el sabor amargo
 de un fracaso.
 
 Sinceramente
 ahora que lo pienso
 detenidamente.
 
 No puedo quitar
 de esta ensoñación
 aquel primer amor.
 
 Y hasta lloro tanto
 el haber perdido
 dama sin igual.
 
 
 Cae moneda
 de mi roto corazón
 hacia un hoyo.
 
 De aquel amor
 imposible del ayer
 aun voy herido.
 
 Muerto con muerta
 patria de unos sonsos
 bien fracasados.
 
 Niña tan bella
 anarcofeminismo
 tuerce tu rumbo!
 
 Entre pasiones
 húmedo ando débil
 en mar de llanto.
 
 Negros árboles
 robusta madrugada
 vuelvo de rodar.
 
 En balde hago
 de la maligna racha
 trenzas de ajo.
 
 Zumo de sangre
 seduce el porrazo
 de la banquina.
 
 El destino fue
 flecha al corazón
 del distraído.
 
 Surge espontánea
 grande algarabía
 del rosedal.
 
 Con el invierno
 la gente opta mejor
 por el otoño.
 
 Miro profundo
 y hoy solo veo horror
 más decadencia.
 
 Como lisiado
 desciendo por las rampas
 de la vereda.
 
 Si hasta creí ver
 señas de la mortaja
 en querer bailar.
 
 
 Me recuesto
 a dormir, con la moto
 de almohada.
 
 Y las estrellas
 miro, reflexionando
 sobre mi tiempo.
 
 Para que dormir
 si luego la parca
 nos plancha el traje.
 
 Por qué vivir de mas
 si así se acumula
 tanto pecado.
 
 Ni en la vejez
 nos dejamos de portar
 contra las leyes.
 
 Contravenciones
 en pilas de mil pies
 son mis pecados.
 
 Que la merienda
 nos espante el feo
 desasosiego.
 
 
 Tiro el casco
 y me uno al personal
 en la cocina.
 
 Del hueco horno
 el humo sale hasta
 por los balcones.
 
 Erecto banco
 el rey aun no asoma
 del mingitorio.
 
 Por irradiación,
 aunque sucio, si estoy,
 serán menos malas.
 
 Clamor popular
 suenan los teléfonos
 como cencerros.
 
 Y armo cajas
 al esconderse el sol
 del rojo toldo.
 
 El día se marcha
 la tarde se impone
 tan dictatorial.
 
 Traigo olivos
 cual si fueran grageas
 de un destello.
 
 Solo a Sindy
 le preocupa mi salud
 inmejorable.
 
 Ella ignora
 estarme yo prendado
 de una muerta.
 
 No es válida
 dicha infidelidad
 tan etérea.
 
 Quizás sus pecas
 sean lajas de la senda
 rumbo al cielo.
 
 Soy un testigo
 claro espejo de luz
 del propio pesar.
 
 Fue la pócima
 un brindis con el adiós
 del lobo feroz.
 
 Si no hay justicia
 germina el anarquismo
 en saldar cuentas.
 
 Sindy sospecha
 que fue cosa de mujer
 mas que tarada.
 
 Van muchos años
 odiando policías
 para ser buchón.
 
 
 Hace un siglo
 al amor nos besamos
 a bocanada.
 
 El raudo tiempo
 hizo crecer las uñas
 de guitarrero.
 
 Pasan los días
 en camión de caudales
 llenos de hora.
 
 Chocaron fuerte
 los ariscos minutos
 de la desidia.
 
 Temo que a Cindy
 por ser tan femenina
 la vayan a matar.
 
 Me acusan de
 tener cara de muerto
 y me ruborizo.
 
 Maquillo a Cindy
 para que su piel sea
 un lagarto.
 
 Luego yo también
 me transformo en mitad
 nena de rizos.
 
 Es un nazismo
 la maña de trastocar
 las tradiciones.
 
 Mas si pudiera
 ayudar metiéndome
 en la tormenta.
 
 Ningún machismo
 odia a las mujeres;
 son un opuesto.
 
 Deben respetar
 y de cambiarlo todo
 ser cariñosos.
 
 Sé que llegaré
 adonde me esperan
 con impaciencia.
 
 Hemos llevado
 rancios pero potables
 manjares al rey.
 
 Día a día
 sonriendo toco timbres
 y bato palmas.
 
 De tanto arrancar
 la baiby el burro
 está gastado.
 
 Tumbo la moto
 las rodillas raspadas
 por el asfalto.
 
 Exagerado man
 si apenas esquivo
 baches y bados.
 
 Pienso en morir
 y me siento ángel
 que llega con casco.
 
 
 Cala la noche
 por la bahía magra
 en el pontón gris.
 
 Comer manises
 estornudar al codo
 ser camaleón.
 
 Golpearon a Cindy
 quedando sin memoria
 ya no me ama.
 
 Mucho le queda
 con ser humilde tosca
 de acantilado.
 
 La destruyeron
 celosos de su andar
 de leopardo.
 
 En el mortero
 salvo los nuestros dramas
 il regio pesto.
 
 Mi mariposa
 vuela sobre el ojo
 de un estanque.
 
 Contra sospechas
 la indiferencia
 es un mal peine.
 
 No te sulfures
 eres independiente
 bastón del cojo.
 
 Desbarajuste
 la cordura va por fuera
 del despiporre.
 
 En el mercado
 rojo los ojos del pez
 aunque libre brillan.
 
 Nos encontramos
 y es como si hablara
 con un marciano.
 
 Prefiero más bien
 mirar sus pies, la huella,
 y girar en trompo.
 
 Tengo tristeza
 hasta en las entrañas
 y las costillas.
 
 Es tan joven que
 sus escasos recuerdos
 son desperdicios.
 
 Aun es oruga
 pero mañana será
 bello colibrí.
 
 
 
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