Opus 1: Sin futuro
¿Cómo podremos vivir en un presente sin futuro?
si seguir en frente es como un camino al precipicio
desacreditar la mirada a largo plazo es una sentencia;
no quisimos ver que ese más allá ya estaba aquí,
ahora ya no hay más lindes, no supimos ver la meta
y nuestro tiempo ahora estancó, ya no avanza más.

Opus 2: la verdad sospechosa
En un principio, desinformados no nos lo creímos,
más tarde desesperados no nos lo quisimos creer
después ya con las evidencias nos costó aceptarla
y el tiempo maestro solo nos enseñó a desconfiar:
¿la culpa ajena podrá redimir nuestra consciencia?

Opus 3: Sin contar las bajas
La fuerza de la costumbre es una baja calculada,
una causalista que aguarda la cifra más redonda,
creciente número en la ignorancia más alentadora
que no visita nuestra casa, es la sangre del cordero,
inmaculada está la puerta de los hábiles infieles.

Opus 4: La salida inocua
La salida está a la puerta pero nos cuesta esperar
y la verdad está bajo sospecha, bajo culpa de omisión,
le perdimos ya el miedo al temor de costumbre
y el cotidiano ahora se pasea jovial con la parca;
pero darle la vuelta a la lápida no va esconder la muerte.

Opus 5: Despedidas sin abrazos
En el carnaval sin risa es la máscara la que impera,
la que esconde la mueca que otrora nos animaba,
se quedaron los ojos con todos los sentimientos,
en el mundo sin abrazos ya no atisbamos el amor
y los seres queridos se despiden ahora sin decir adiós.

Opus 6: Con futuro
Pero siempre hay una luz que aún podemos ver,
una luz que está aquí y en nuestras propias manos,
una esperanza que, aunque vestida de luto, aún vive,
ahora la sabia decisión es la de apostar por la vida,
es saber que el futuro se crea en el presente: hoy.