DISCURSO

Para hablar de un tema siempre es recomendable definir su concepto y evolución histórica dentro de las sociedades, de esa manera, el oyente, se familiariza con el propósito del orador. En este caso docente y compañeros voy a dedicarle mi presentación a uno de los conductos más eficaces en el desarrollo de la personalidad y es la llamada información.
Entiendo, por “Información”, al acto de recopilar y proporcionar con responsabilidad instrucciones que llevan ideas o acontecimientos cotidianos, para mantener ciertos ordenes o controles y se efectué un desenvolvimiento adecuado en el manejo de nuestra vida cotidiana. Analizando de esta manera el proceso de la información no cabe duda lo que debe ser en realidad este medio importantísimo en nuestra sociedad, por lo tanto, la palabra responsabilidad está amarrada a su concepto como la significación de la palabra “Verdad”. Me explico en el sentido de que toda responsabilidad debe ceñirse a la verdad como único evento para dirigir una información sinceramente apreciada y es conscientemente el punto más destacado en la evolución histórica de la información.
Parece claro entenderlo o mejor tener la seguridad, de que la única estrategia del medio informativo es primeramente adiestrar al oído en una época remota, para sentar un conocimiento en el ser humano y este pudo transmitirlo de manera oral o escrita a sus semejantes en el transcurso de su educación, como receptor. Al hablar de este modo vemos, como el proceso de comunicar algo se vuelve autónomo y llega a ser tan imprescindible que se hace muy natural y no pensamos en sus tecnicismos, sino, en el mensaje breve o abundante que nos está divulgando el emisor. Este mensaje puede ser puramente instructivo, disciplinado, metodológico e inclinado hacia una reflexión de carácter moral para mejorar comportamientos que no se ajustan a las normas de la convivencia social o también, ilustrativo con imágenes persuasivas, para promover una consciencia local.
Entonces, como la información es una forma de expresión que nace desde que el hombre siente la necesidad de comunicarse entre sí, como, solución a mitigar de alguna manera sus evidentes limitaciones intelectuales que atrofiaban sus pasos de evolucionista hacia un conocimiento más amplio del mundo que lo rodeaba, nos sentimos comprometidos con sus exigencias y sus diferentes modos de aparecer ante nuestros sentidos, de tal manera que con su desarrollo, como “Vehículo explícito”, logramos entender las mil concepciones a la cual nos lleva tal acceso, ya sea porque queremos ser legos en materia o porque sencillamente el informador piensa que los saberes deben ser generalizados sin tapujos dentro del avance de las comunidades mundiales.
Muchos han sido los esfuerzos a lo largo de la historia, para llevar una información de cualquier índole a parajes lejanos, desde las travesías a pie, a caballo, por barco o medio natural aéreo, como las palomas hasta la sofisticación en la cual nos hallamos y que somos presa de su manipulación, para bien o para mal. Lamentablemente la rapidez con que se transmite una información a llevado a que el paso de este conocimiento caiga en falsedades, por ser tan fácil transmitir dicho mensaje, se pierde la responsabilidad del medio por la simultaneidad en las transmisiones, me explico mejor diciendo que era más difícil llevar una mentira a grandes distancias y a demoras extremas, ya que era vital en esa época ser verdadero, ya que muchas veces la vida dependía de ello. De todas formas nos toca darle prioridad a lo que a nuestro juicio cabal nos dice que es lo recomendable, para nuestra existencia. Pensemos que todo es información y que nada escapa ante toda iniciativa cargada de curiosidad, pensemos que todo este proceso fluye a nuestro alrededor y que no podemos escapar ante su expansión, ante su fascinante influencia combinada con adelantos tecnológicos. Asumamos su carácter y valor, su industrialización como medio impreso, sus formas como prensa y sus luchas hacia una libertad de expresión.
Convivamos dentro del orden de la buena información, ya que los chismes caben como distorsiones de la buena instrucción, muchos procesos en la rama judicial se caen, por causa de la mala información ya que, sí el sistema se basa en habladurías y no en las oportunas investigaciones que deben ser respaldadas, por el buen presupuesto Estatal, el fracaso es inminente y no se hará una buena representación de la justicia, la cual exige a sus administradores gran capacidad, para que se dé el debido proceso.
Finalmente, –“estimada licenciada y futuros abogados”– llega la culminación de mi breve discurso destinado a la información y del cual ustedes han tenido la gentileza y la atención dispuesta, para escuchar lo que considero debe mediar en nuestro proceso de asimilación ante la disparidad de los mensajes o las noticias que recibimos. Sabiendo su intelectualidad que ha sido manifiesta a través de sus presentaciones, en estos meses, me es claro suponer que solo están dispuestos a recibir informaciones precisas, que la necedad, les es, esquiva y que el raciocinio se ajusta a sus acciones, que la indiscriminada ta- la de los buenos hábitos y el buen decir, renazca en sus corazones, como quisieron dejar plasmado nuestros escritores de antaño y que ese esfuerzo sea más notorio en la actualidad, como lo fue en el pasado, que no sucumbamos ante la mediocridad de las redes sociales y de las noticias escabrosas, que la pereza no sea obstáculo en la buena lectura y muchos menos transmitamos informaciones de la que no estamos totalmente seguros. A la razón del odio, la mala interpretación, las apariencias engañosas hacemos juicios que distorsionan la verdad, recuerden como en nuestra clase de inglés, una letra cambia toda apreciación que podamos tener de un significado, y una mala información cambia notablemente el curso de un acontecimiento o la integridad de una persona, por tal causa, no está de más decirles, sin ofender su sobriedad al entender el mundo, que evitemos tantos emisores de falsedades y no nos envolvamos en sus juegos macabros, ni en sus estúpidas bufonerías, ya que solo nos causan, la triste aversión y los malos comportamientos.

Los exhorto a que renunciemos a la mala información y que Dios, nos bendiga a todos.

MUCHAS GRACIAS
Cartagena de Indias 16-08-2017