Amar la vida. No. Por qué amar lo no pedido, solo los tontos se apegan a lo que no eligieron. Idiota yo, jamás.

Pero ya que me tocó estar aquí y mientras el cansancio no me venza, sobrellevo la existencia lo mejor que puedo.

He inventado tantos sentidos que perdí la cuenta. He creído hasta tener un alto propósito. Ya no.

Sigo aquí por el mero vértigo que me produce la incertidumbre . Por el morbo de las probabilidades. Soy pura curiosidad.

Soy consciente de la insignificancia de mi existencia, si soy polvo de estrellas, seré si acaso el de menor valía.

Me es difícil encajar en la porquería. Cada minuto de felicidad se paga con horas de desdicha. Alto es el precio.

Cuando la luz se apague y no sea más que carne muerta, ¿crees que algo cambiará? No. Existir menos aún ha cambiado algo.

No estoy deprimido, tampoco soy suicida. Soy el loco, el desadaptado. Soy yo, soy tú, somos muertos en vida.