Como un loco corrí tras de mi, desde hacía mucho tiempo andaba fugitivo, no podía atraparme ni encontrarme en ninguna parte. Al principio pensé que era un castigo divino. Luego un castigo satánico. Pero la verdad la dejo a su consideración, cada uno puede darle la interpretación que desee. Lo único cierto es que cuando fui a agarrarme, me pulvericé y después el polvo se convirtió en una gama de colores que ascendió al espacio. Primero fui arco iris y finalmente lluvia de colores.

AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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