[ES]

Carta a los Santos,

Este es el recuento de los hechos.

Ayer visité el único grupo bíblico que aún no había visitado, porque el Señor finalmente me permitió hacerlo, porque el Señor así lo quería. El hermano que dirigía el grupo leyó todo el Sermón de la Montaña (Mateo 5-7) y nosotros escuchamos, igual que las multitudes en ese entonces escucharon. Cuando terminó de leer todo el sermón, me quedé asombrada en admiración de las enseñanzas de Jesús, al igual que las multitudes quedaron asombradas en admiración en ese entonces.

El recuerdo del sermón de ese domingo anterior, vino a mí en ese momento. Todavía recuerdo que lo que más me impactó fue cómo Jesús COMENZÓ a predicar: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.

Y mientras el hermano leía todo el Sermón de la Montaña: en el que Jesús hablaba de la ley, de lo que hay que hacer, de lo que no hay que hacer y de las advertencias, las palabras que atravesaron mi corazón fueron las que Jesús dirá a muchos en ESE DÍA: Apártate de mí, nunca te conocí; y los muertos de Jehová serán multiplicados.

El conocimiento de ESE DÍA vino a mí: el día grande y terrible del Señor. Cuando poco antes, el sol se convertirá en tinieblas, la luna en sangre, el cielo se desvanecerá, la tierra será removida y todos gritarán a las montañas para que les caigan encima para ocultarlos. Ese día grande y terrible del Señor, cuando todo aquel quien no esté inscrito en el libro de la vida será lanzado al lago de fuego. ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo! '

En ese momento, mi alma sintió mucha reverencia hacia ese día.
El temor del Señor vino a mí, para deleitar mi alma.
El pensamiento de los arrojados al lago de fuego, me golpeó como una espada.
Cerré mi Biblia y todo lo que mi corazón podía pensar era: Tengo que contarle esto a todo el mundo, porque si realmente creo en lo que está escrito aquí y no digo nada a los perdidos: ¿qué soy yo?
Y en ese momento, todo lo que mi cuerpo quería hacer era salir por esa puerta y compartir el Evangelio.

Esa noche le pedí al Señor que a través de su Espíritu, me permitiese compartir su Evangelio al día siguiente con la única persona con la que iba a estar todo el día. Y el día de hoy, como era la voluntad del Señor, Él me permitió compartir el núcleo del Evangelio con la única persona con quien pasé el día. Me sentí tan honrada que el Señor me usó hoy para llevar su mensaje a mi amigo.
Yo no hice nada, absolutamente nada, más que permanecer vigilante en oración durante los momentos críticos de la conversación.

No sé si mi amigo se arrepentirá.
No sé si el Señor abrirá sus ojos.
No sé si mi amigo pertenece a las ovejas.
No lo sé... pero he hecho lo que se me envió a hacer:
Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura, porque ciertamente Él volverá pronto.

La única pregunta que queda es:

¿Has compartido TÚ el Evangelio hoy ?

Si no, entonces hazlo mañana y el día siguiente también.
Si es así, entonces hazlo mañana de nuevo y el día siguiente también.

Aprovecha cada oportunidad para alcanzar a los perdidos, hasta que el Señor vuelva.
Ciertamente vendrá pronto.


@Ridanna, Italy



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[EN]

Letter to the Saints,

This is the account of the facts.

Yesterday, I visited the only bible group that I had not visit yet, because the Lord finally allowed me to do so, because the Lord so willed it. The brother leading the group read the entire Sermon on the Mount (Matthew 5-7) and we listened, just as the crowds listened back then. When he had finished reading the whole sermon, I was amazed from Jesus’s teaching, just as the crowds were at that time amazed.

The memory of the sermon from that previous Sunday, came to me at that moment. I still remember what stroke me the most was how Jesus BEGAN to preach: Repent: for the kingdom of heaven is at hand.

And as the brother read trough the whole Sermon on the Mount: were Jesus addressed the law, the do's, don'ts and the warnings, the words that pierced my heart were the ones that Jesus will say to many on THAT DAY: Depart from me, I never knew you; and those slain by the Lord shall be many.

The knowledge of THAT DAY came to me: the great and terrible day of the Lord. When before, the sun shall be turned into darkness, the moon into blood, the sky will vanish, the land will be removed and everyman will cry out to the mountains to fall on them to be hidden. That great and terrible day of the Lord, when if anyone’s name is not found written in the book of life, he will be thrown into the lake of fire. It is a fearful thing to fall into the hands of a living God.

At that moment, my soul felt much awe towards that day.
The fear of the Lord came to me, to delight my soul.
The thought of those thrown into the lake of fire, stroke me like a sword.
I closed my Bible and all my heart could think of was: I need to tell everyone about this, because if I really believe what is written here and say nothing to the lost: what am I ?
And at that moment, my body felt such a need to walk out that door and go share the Gospel.

I prayed to the Lord that night for Him to allow me trough His Spirit, to share His Gospel the next day with the only person I was gonna be with. And today, as it was the will of the Lord, He used me to share the core of His Gospel with the only person I spent the day with. I was so humbled that the Lord used me today to bring His message to my friend.
I did nothing, absolutely nothing, but stay watchful in prayer during the critical moments of the conversation.

I do not know if my friend will turn.
I do not know if the Lord will open his eyes.
I do not know if he belongs to the sheep.
I do not know… but I’ve done what I was sent out to do:
Go into all the world, and preach the gospel to every creature, for He is surely coming soon.

The only question left is:

Have YOU shared the Gospel with the LOST today?

if not, then do it tomorrow, and the day after as well.
if yes, then do it tomorrow again, and the day after as well.

Take every opportunity to reach the lost, until the Lord comes back.
He is surely coming soon.


@Ridanna, Italy