No se murió el amor parte 18

Le dolían las piernas, era casi imposible sentarse o ponerse de pie.
- ¿Le pasa algo? – pregunta Santos.
-Me duelen las piernas. Tráeme una pastilla para el dolor. ¿Sheila ya se levantó?
-Ya, señor. Salió a correr.
- ¿Ya desayunó? – preguntó sorprendido.
-No. Dijo que lo esperaría.
Sheila regresó y parecía un roble. Santos los miró desde la cocina, se comían a besos en la mesa.
Parecía todo estar bien, la vida de todos de había acomodado, nada podía joderlo.
Nacho y Alan estaban aprendiendo a ser padres. Tuvieron que modificar sus horarios y estilos de vida para poder tener la familia que tanto deseaban los dos. Nacho pedía estar cerca de Gael, pero algo pasaba con el joven. Ya tenía diecisiete años y no le veía sentido a seguir con vida. Veía tan bien a su madre con Eliseo, a Nacho con su nueva familia, sentía que no cabía en ningún lado. Sin presentarse a sus terapias, Gael hizo algo que destrozó a todos. Visitó a Nacho. Era sábado y tenía una cantidad considerable de trabajo. Alan había salido con la nana al supermercado. Nacho lo recibió sorprendido.
-Me sorprende verte aquí – Nacho lo recibe en la casa.
- ¿Te molesta verme?
-Para nada hijo, puedes venir cuando quieras ¿Cómo estás?
- ¿Y Alan? – evadió la pregunta.
-Salió con la bebé. No me has contestado ¿Cómo estás?
- ¿Crees que soy importante? – preguntó el joven.
-Claro. Eres muy importante para tu mamá. Ha dado la vida por ti. Simplemente, los padres cometemos errores.
-Sabes algo, tú has sido una persona muy importante para mí. Quiero agradecerte todo.
-No tienes nada que agradecer. ¿quieres algo de tomar?
-Lo que sea – respondió el joven.
Nacho regresó con un par de bebidas gaseosas, quería platicar con su hijo.
- ¿Tú crees que hice mal? – preguntó el joven.
-Todos cometemos errores. No te flageles con eso. Tienes que seguir con tu vida.
- ¿Te puedo preguntar algo?
-Lo que quieras, hijo.
- ¿Sabes algo de mi padre?
-Esa pregunta hazla a tu madre. Lo único que te puedo decir es que lo conocí muy poco. Habla con Sheila, ella tiene todas las respuestas.
El joven salió a buena hora. Vio a la pequeña Esmeralda y se fue a buscar a su madre al bar. Mala decisión.
Entrada la noche, Gael visitó a su mamá en el bar. Quería saber todo sobre su padre, se instaló en el camerino.
-Me sorprende verte aquí – le dijo Sheila al verlo en el camerino.
-Quiero hablar contigo.
- ¿Qué pasa?
-Quiero saber todo sobre mi padre.
-Ay hijo. Es una larga historia.
-Pues quiero saberla.
-Está bien. Cuando termine mi turno te digo todo lo que pasó.
El joven se quedó en el bar esperando a su madre. Todos los clientes se encontraban en el bar, Sheila dio su show, todo estaba muy bien hasta que comenzó a oler extraño. Algunos clientes salieron de los sanitarios gritando que había fuego. El fuego se expandió con rapidez por todo, Gael se quedó atrapado en el camerino. No pudo salir.

Continuará…