13 LAS MELCOCHAS
Los paseos estudiantiles, a Guarca, Pueblo Nuevo. Guarchita, la Concordia, La Vega, Comaita, las lagunas y los ríos, en fechas especiales, como el día del estudiante, el seis de enero, semana santa, el día del profesor, el día de velitas, navidad o año nuevo y otros días de fiesta en Socotá, no podía faltar en su dieta gastronómica, las melcochas.
Después de preparar el almuerzo, en los fogones hechos con tres piedras, suficientemente grandes, como para colocar una olla inmensa o un fondo de aluminio, con capacidad para atender a los paseanderos, estos, se dedicaban al oficio de las melcochas, es decir, a hervir el agua con panela o con azúcar, algo de mantequilla y un poquito de aguardiente, hasta dejarlo moldeable, y con el alboroto de los espectadores, arrojaban el contenido en una piedra o una laja, para después, con las manos, varias personas cogían una parte del melado y empezaban a darle vueltas en la mano o se ayudaban de un palo de un árbol y le daban vueltas y vueltas, hasta que cogiera un color blanco y suficientemente resistente, como para, cortar pedazos y repartirlo entre los del paseo y brindarle a los amigos que pasaban por el lugar.
De regreso al pueblo, se iba degustando este dulce, pues es, como un alfondoque artesanal, que llegó con la conquista española y en los nuevos tiempos se resiste a desaparecer.
Cerca al enfalcado, en el río Cómeza, era el lugar favorito, pués allí se tenía o se tiene, todos los materiales para un buen paseo, piedras para el fogón, agua cristalina, leña etc., y mientras unos cocinaban, los otros se distraían en el pozo nadando, o cogiendo frutas o cortando caña de azúcar, pescando o bronceándose, sobre alguna piedra.