Estoy leyendo la biografía de Fouché.

Personaje hábil, siniestro, inmoral, un político que influyó muchísimo en los acontecimientos que media entre la revolución francesa y el imperio napoleónico. Fouché actuó en las sombras y sobrevivió a Robespierre y al propio Napoleón, donde ambos deseaban su muerte y no pudieron acabar con él.

Fouché cambiaba opinión defendiendo causas opuestas y contradictorias.

Uno de sus casos famoso fue cuando ocupando un escaño en la Asamblea Nacional representando al partido de los girondino, convencía uno a uno a sus partidarios para apoyar una ley y derrotar al otro partido, denominado Jacobino. Siniestro y oscuro salía en las noches a convencer a sus partidarios.

Al convencerlos y ganar a los opositores, al día siguiente apareció sentado en el sector de los Jacobinos. Y así con maniobras oscuras llegó finalmente poner fin a la dictadura de Roberpierre y enviarlo a la guillotina.

Que pasa en nuestro actual parlamento.

La comisión que meses atrás tenía como, entre otros, a la diputada Camila Flores oponiéndose al retiro del diez por ciento, y a la diputada Karol Cariola y los suyos partidaria al retiro, hoy tenemos a la diputada Flores a favor del retiro y a Karol Cariola en contra.

El actual parlamento chileno son todos Fouché.