Entonces la caída del eucalipto gigante y añoso sobre mi casa en febrero dejó sus secuelas que solo el agua podía desenmascarar. Todo tiene consecuencias ocultas para aflorar en futuros. He aprendido que la perfección nos exterminaría como especie por eso no venimos a alcanzarla, todos los días algo que reparar algo que mejorar con o sin dinero. Si hay perfección no hay conversación, se acaba el intercambio de soñar proyectar comunicar consultar proponer aceptar rechazar regatear observar idear volver a proponer cotizar contratar endeudar volver a hacer las veces que la vida lúcida alcance y por último así cuando te creías con todo listo el destino te manda para fortuna un reinicio y descubres que la tierra post lluvia es una de las siguientes maravillas. El dulce de membrillos con los frutos de nuestro arbolito que ayer preparé tampoco se salvó de un desarmar y volver a fuego por más punto en un doble hacer. jdp

Nota: gracias a los amigos escritores que tienen la permanencia de leer mis textos aún cuando yo no los haya retribuído y /o agradecido su tiempo y comentarios. Desde que cayó un eucalipto gigante añoso y totalmente seco en el techo de mi casa y que casi me mató, estuve a 4 pasos y 2 segundos que cayera sobre mi, me replanteo y reviso cada situación y tengo un miedo nuevo pero también una valentía nueva. Gracias, ya los leeré y agradeceré. jdp