Dos toques
y un desplazamiento,
sobre la negra
y diminuta pantalla.
Para llenarme
de pensamientos
y con tu nombre
mis labios.
Para llenar
de latidos
este corazón
solitario.


Un toque más
con la esperanza
de encontrarte en línea.
Sin el sonido de tu voz.
Sin tu rostro que ilumina
la penumbra
de ahogados recuerdos.
En la perfecta fantasía
que desde mi cabeza
te dibuja ¡Belleza tocable!
como hermosa sinfonía.


Un breve vistazo
para luego desaparecer.
Un breve vistazo
para recordar
que respiras,
para extrañar
la carcelaria
tibieza de tu piel.


Un breve vistazo.
Para calmar el deseo
de mis manos
que desean tocarte.
Para calmar el deseo
de mis labios
que desean besarte.


Un breve vistazo
en la agonía,
para alimentar
a este corazón
carroñero
que ansía
más que nunca
comer de amores
muertos.


Dos toques finales.
Bajar la cabeza.
Mirar el camino,
y seguir adelante.
Hasta que tu aroma
llegué no sé de dónde
a romper mi norte.


Hasta que tu voz
me sorprenda entre
la multitud escondido.
y el pensamiento
me arrastre
a tener algo contigo.


Son solo cinco toques
y un desplazamiento,
para extrañarte,
llorarte, buscarte,
sobrevivir y alejarme.