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Afuera del carro llovía. Llovía tanto que lo mejor fue aparcarse subiendo el auto a una banqueta.
Ella llegó a la reunión de Samantha y se sorprendió de ver tanta gente. La reunión la había imaginado con las personas allegadas a la familia y dos o tres amigas de años. La música fue estridente. Tiempo después le pidió a su amiga una aspirina y más tarde se despedía. Había empezado la lluvia y el esposo de la anfitriona fue el encargado de llevarla hasta su casa, contrariado por dejar a medias una plática.
La mujer, cada vez que tronaba, se tapaba los oídos. En aquella soledad de agua, le preguntó:
—¿Te doy un masaje en la nuca? —tal vez disminuya tu dolor.
El agua corría por la avenida arrastrando la basura de la ciudad.
Ella tenía un cuello de garza. Las manos iban desde la nuca hasta los hombros y se detenían entre los dorsales y el arroyo de la espalda. Tenía ventosas y toques analgésicos en las yemas de los dedos.
El agua golpeaba el techo del carro.
—¿El dolor?
—Me lo quitas. —y ella destrabó los ganchos del vestido.
El masaje hurgó en áreas oscuras y sensibles. El auge del agua coincidió con un arrebato que la cimbró. Una erección del cabello que la recorrió hasta llegar a los dedos de los pies.
Nada se veía, el ruido acompasado y los quejidos se disimulaban con el tamborileado de la lluvia.
El aguacero se hizo garúa pertinaz y del dolor quedó una diminuta luz.

Texto agregado el 09-08-2022, y leído por 130 visitantes. (9 votos)


Lectores Opinan
12-08-2022 Pero ni te preocupes, he visto a otros aquí en la página escribir esa clase de babosadas de "llovía afuera". eRRe
12-08-2022 Ni modo que adentro del carro lloviera.... ¿verdad? eRRe
12-08-2022 Me encanta la lluvia.Tiene ese que se yo que todo lo transforma, lo mejora. Dos que se permitieron sanar seducidos, complices, escondidos en el carro, bajo la lluvia. Me pregunto si se enterasen los más cercanos qué dirían. Abrazo grande Shou
11-08-2022 Así suele pasar. Dentro del carro, con la lluvia protegiéndolos, no es extraño que ese masaje derivara en algo más intenso. Gatocteles
10-08-2022 Una lluvia propiciatoria que es testigo de una sesión de masajes que aplaca un dolor de cabeza, con unas cuantas yapas. Si la esposa de ese hombre supiera lo que ocurrió dentro de ese coche, no me imagino su dolor de cabeza que no habría dedos en la nuca que lo calmaran. Abrazos, amigo. Guidos
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