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Parapsicología


Resumen de ¿Hipnosis? :

“Martín, joven de 13 años, delgado, pelo castaño y tez blanca, que asistía al 7º Básico B del Seminario Pontificio Menor, le contó a sus abuelos, que durante la clase de Naturaleza, mientras la profesora explicaba la forma en que los nutrientes son absorbidos por el organismo, a través del sistema digestivo, todos en el curso habían visto que los diferentes órganos se iban materializando en el cuerpo de la profesora a medida que ella los nombraba, como si fuese una maqueta viviente de lo que describía.
Este acontecimiento provocó gran revuelo entre los padres y apoderados del colegio y la opinión pública del país. El Rector del Seminario Pontificio obtuvo la cooperación de la Universidad Católica mediante la asistencia de los Decanos de las Facultades de Ciencias Sociales y Medicina a una reunión con los padres del 7ºB, en la que detalló lo acontecido y les solicitó que firmaran una autorización para que médicos y personal de la escuela de Psicología de la Universidad pudieran efectuar estudios y una posterior evaluación de lo sucedido en el curso.”



Terminada la reunión, el padre Rector retomó la palabra y dijo:
—Le ruego a los papás que permanezcan en el patio, sin alejarse mucho de este lugar, serán llamados, por orden alfabético, a mi oficina para que firmen la autorización para que los médicos de la universidad puedan efectuar algunos exámenes a sus hijos —con una sonrisa, un tanto forzada, se levantó y retiró con los dos Decanos.

Los abuelos y Martín regresaron a la casa comentando:
—Oye, Martín, firmé la autorización para que el personal de la universidad te pueda examinar, debes cooperar al máximo con ellos, pues esto es muy importante, ¿tú lo entiendes, verdad? — dijo el abuelo.
—Sí, abuelo —contestó Martín, mientras asentía con la cabeza.
—Te fijaste, que casi la mitad del curso no autorizó los exámenes —terció la abuela.

Al día siguiente, Martín regresó a la hora de siempre. Venía más serio que de costumbre. Los abuelos lo estaban esperando ansiosos por saber qué había acontecido en el colegio, pues al llamar por teléfono a otros papás, se habían enterado que, otro hecho similar, había sucedido en la clase de Sociedad, lo habían sabido por llamadas que recibieron de sus hijos.

Martín les contó:
—Saben, en la clase de Sociedad, mientras el profe nos explicaba la civilización de los romanos, cuando comenzó a describir cómo iban vestidos los Senadores, vimos, de repente, que estaba vestido con una toga blanca larga, la que tenía una raya púrpura grande en su lado izquierdo y calzaba sandalias. Esto duró unos dos minutos, hasta que el Gonchi se puso a reír y todo volvió a la normalidad. Le contamos lo sucedido al profe, suspendió la clase y salió, al rato regresó con el Rector y otro señor, nos entregaron este sobre para que se lo diéramos a Uds.

El sobre, en parte, decía lo siguiente :
“En atención a que un porcentaje elevado de papás, no autorizaron que a sus hijos se le efectuaran exámenes especiales, relacionados con el asunto que nos preocupa, además que este fenómeno se repitió hoy día en la clase de Sociedad, la Dirección del colegio junto con los señores Decanos de la Universidad Católica hemos acordado que, en el día de mañana, se efectuará la detección del o de los alumnos que poseen los poderes especiales que están provocando estos fenómenos. Lo anterior se les informa con el propósito de resaltar la importancia de la asistencia de su hijo a clases, en el día de mañana...”

El abuelo, luego de terminar de leer en voz alta la nota, dijo:
—Qué bueno, yo creo que esto tiene que terminar y mientras antes mejor. ¿Cómo están tan seguros de poder determinar mañana, quién es el mago del curso?
—Es muy pronto creo, pero cualquier cosa que hagan con tal de terminar con esto, es bueno, me tienen loca los llamados telefónicos de los periodistas, que quieren entrevistarnos y especialmente a Martín —dijo la abuela.
—¡Sería bakan que me entrevistaran! —exclamó Martín.

Al día siguiente, el abuelo, como todas las mañanas, antes de despertar a Martín, recogió El Mercurio e inmediatamente se fijó en la primera página que decía: “Continúan los fenómenos paranormales en el Seminario Pontificio Menor —siguió leyendo— ayer llegaron a nuestra capital, representantes de universidades e institutos extranjeros, que se dedican a estudiar los fenómenos paranormales, con el propósito de conocer más directamente lo que está ocurriendo en un curso del Seminario Pontificio. En la dirección del colegio se les comunicó, al igual que a los medios de comunicación nacionales, que toda información al respecto, debe ser tratada directamente con el Departamento de Relaciones Públicas del Arzobispado de Santiago, pues el colegio depende de la jerarquía eclesiástica...”

Los abuelos a la hora de almuerzo fueron informados telefónicamente por Martín, que el niño que poseía los poderes paranormales era la “Pulga Riveros”, los abuelos lo identificaban perfectamente, era un niño bajo, muy tranquilo y estudioso que había estado en los cumpleaños de Martín y varias veces en la casa. Los abuelos se preguntaban si debían llamar ahora a los papás de la “Pulga” o después, decidieron que mejor era esperar unos días más.

Cuando Martín, llegó en la tarde, el abuelo le dijo, antes que dejara su mochila en el dormitorio —bueno, cuenta cómo encontraron tan rápido a la “Pulga”.

—Muy fácil, abuelo— contestó Martín —cuando llegamos nos dividieron en 2 grupos de 10, un grupo entró a la clase; en la sala ya estaban la profe de Naturaleza y 3 personas de la universidad, después de unos diez minutos, salieron los diez, puesto que no había pasado nada y nos hicieron entrar al otro grupo— explicó Martín con voz excitada —luego continuó—la profe comenzó a describir el proceso de cómo la digestión extrae los nutrientes de los alimentos y la absorción permite transportarlos hacia el sistema circulatorio, ahí empezamos a ver el corazón, las venas, las arterias, los vasos sanguíneos y la sangre, en el cuerpo de ella. El Mori se desmayó y yo estuve a punto de que me pasara lo mismo —terminó de contar Martín.

La abuela dijo: —la mamá del Mori me contó que el pobre, todavía está impresionado con lo que vio, por suerte encontraron a la “Pulga” antes que tuviera que pasar de nuevo por la experiencia.
—Sigue contando, Martín —dijo el abuelo.
—Al grupo nuestro lo dividieron en dos grupos de cinco, el Mori y yo quedamos en el grupo que no pasó nada cuando la profe siguió con su clase; nos hicieron salir y entraron los otros cinco. Los siguieron dividiendo en mitades y así llegaron hasta la “Pulga", sencillo, ¿ no? —terminó de explicar Martín

A la semana siguiente, la normalidad volvió al colegio; la “Pulga”, que había dejado de asistir a clases, fue a despedirse de sus compañeros y los padres le enviaron una carta a cada uno de los 19 apoderados del curso, agradeciéndoles el apoyo que le habían proporcionado durante estos difíciles y trascendentales días para el grupo familiar, explicándoles además, que habían tenido que tomar importantes decisiones.

En el cuerpo de Reportajes de El Mercurio de ese domingo, bajo el título : “Poderes paranormales”, los abuelos leyeron :
“Como hemos estado informando, el joven Ruperto Riveros, hasta ayer alumno del Seminario Pontificio Menor, que posee poderes paranormales, viajará en los próximos días, junto con sus familiares, a los Estados Unidos de América, pues los padres del joven han firmado un contrato, con la Sociedad Americana de Parapsicología, con sede en Nueva York, para que el joven estudie en el país del norte y pueda ser evaluado por las diversas universidades que actualmente tienen programas sobre la disciplina de parapsicología.
La parapsicología es a veces considerada como una rama de la psicología, pero esto es debatido por los que piensan que la psicología es una disciplina científica mientras que la parapsicología, salvo raras excepciones, no se caracteriza por aplicar el método científico.
Esperamos que la cooperación de nuestro joven, en los estudios de esta disciplina, contribuyan a develarnos los secretos de la mente. Estaremos preocupados del avance que se realicen en este campo en el futuro..."

JORVAL 10
081004

Texto agregado el 09-10-2004, y leído por 1716 visitantes. (12 votos)


Lectores Opinan
25-12-2007 hijo de puta... anciano de mierda...activa mi cuenta Ciberbaco
07-12-2005 Al final la historia cuadra, se vuelve más natural. Me ha gustado muchísimo, he disfrutado leyéndola, aunque en el fondo soy de los escépticos que creen más en la psicología que en la parapsicología. Un gran abrazo Ikalinen
09-08-2005 Hipnosis,parasicología,dos temas que me apasionan.En España emiten por la radio,medio al que soy muy aficionada,un programa llamado Milenium;no puedes ni imaginar...me tapo hasta las orejas cuando dan a oir psicofonías;pero así y todo me las bebo.Contigo no he sentido miedo sino el enorme placer de leerte.Un abrazo compañero.PD.Pobre chico caer en manos de la ciencia. Gadeira
28-03-2005 Ahora sí. Ahora está "redondita" esta historia que comienza en "¿Hipnósis?". Y es muy buena. Mis estrellas. Vaerjuma
10-02-2005 El comienzo del relato atrapa, es muy interesante. En el desarrollo continua la intriga y destaca la imaginación del autor . Señalo también el tono moderado, correcto, de los diálogos que hacen personajes cálidos. Mi felicitación por este cuento, Jorge. Ruth
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