El sitio favorito en la casa de mi abuela era su armario

Me encerraba en él, cerraba las puertas y dejaba que la oscuridad llenara todo.

El espacio disponible entre sus abrigos. La mezcla de aire y ropa limpia, los ojos abiertos y la oscuridad.

Los oídos abiertos y la oscuridad

No distinguir hambre de sueño

No distinguir tristeza de hambre

No distinguir oscuridad de sueño, tristeza, hambre

El tiempo se contrae en textura de lana

Solo estar, no moverse

Cuando no hay luz todo existe, si no vez todo es paisaje

Si no hay ruido eres voz, eres ruido, el momento que cabe entre el rayo y el trueno

Estar y nada.

Ese armario hoy día solo existe en un rincón sin luz donde está la infancia