Amor,
no sabes cuanto tiempo he perdido
en el ocaso de la desesperación,
en el sortilegio de tus pasos.

Amor,
no sabes que el alma sangra
en el desencuentro de la costa
con las olas que dejan casta
a las soluciones indecentes.

Amor,
hay que aprender a amar,
a entregarse en el tiempo,
en el espacio calmo,
en la claridad de las mentes.

Amor,
no basta con los desenfrenos
ni con la calamidad de la angustia
basta con que estés
en los momentos indicados.

Amor,
no desaparezcas y siéntete
que cuando uno añora y se entrega
todo lo demás queda atrás.