¡Oh, montón de espirales metálicas, destello de acero retorcido, mil diminutas tuercas torturadas que atraen mi vista! Aunque careceis de locomoción y no sois más que pedazos de mineral insensible, cuando se os mira en conjunto, una singular locura os hace aburridos. ¿Qué secretos ocultos en vuestras roscas podrían ser desvelados, qué conocimiento prohibido podría ser forjado en una mente delirante, si sólo, malditos tornillos y tuercas, vuestras crípticas formas pudieran hablar? Pero, ay, sólo sois partes de metal mudo, un inútil montón de piezas sin sentido".