¿Está a punto de surgir una nueva ideología en la escena filosófica y política de la humanidad?
Jober Rocha

Es posible que esté surgiendo una nueva ideología que apoye las necesidades económicas, políticas y psicosociales de la humanidad actual. El mundo está atravesando cambios rápidos y profundos y las ideologías tradicionales están siendo cuestionadas.
Una de las tendencias que puede conducir al surgimiento de una nueva ideología es el vertiginoso auge de la tecnología. La tecnología está transformando diariamente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. También está creando nuevos desafíos, como la desigualdad digital y la automatización. Por lo tanto, puede surgir una nueva ideología política para responder a estos desafíos.
Otra tendencia que puede conducir al surgimiento de una nueva ideología es la globalización. El mundo está cada vez más interconectado y problemas globales como el cambio climático y la desigualdad exigen soluciones globales. También puede surgir una nueva ideología política para responder a estos desafíos.
El llamado Nuevo Orden Mundial, si logra superar las dificultades encontradas hasta ahora en su implementación, deberá traer consigo una nueva ideología que lo justifique y legalice ante la población mundial.
Todavía es demasiado pronto para decir cuál será la naturaleza de esta nueva ideología que pueda surgir. Sin embargo, es posible que se base en valores como la igualdad, la justicia social y la sostenibilidad, como desean muchos habitantes del planeta.
También puede ser una ideología global, que trasciende las fronteras nacionales y busca justificar tanto la desigualdad como la existencia de facciones que dominan el crimen y el narcotráfico, el dominio de los fuertes sobre los débiles, etc.
Dividiendo el mundo entre gente buena y gente mala, aunque los primeros puedan ser más numerosos, los segundos son siempre más activos y egoístas que los primeros, tendiendo a ocupar, en los cuatro rincones del planeta, los principales puestos de decisión. los destinos de las poblaciones.
El hecho es que el ser humano siempre ha necesitado una cosmogonía (que involucra Filosofía, Religión y Ciencia) para explicarse a sí mismo quiénes son, de dónde vienen y hacia dónde van. La Filosofía y la Ciencia, cuando ya no pueden proporcionar respuestas convincentes para explicar y justificar las condiciones humanas actuales, son ciertamente el objetivo de cambios que las hacen nuevamente explicables y justificables de manera convincente.
La religión, al no ser teóricamente resultado del pensamiento humano, sino de la revelación divina, es la única que se resiste a sufrir cualquier tipo de modificación en el tiempo.
A continuación se muestran algunos ejemplos de movimientos políticos que pueden estar formando la base de una nueva ideología:
Movimientos ecologistas, que defienden la protección del medio ambiente y la transición hacia una economía sostenible.
Movimientos feministas, que luchan por la igualdad de género y los derechos de las mujeres.
Movimientos antirracistas, que luchan contra el racismo y la discriminación.
Movimientos de justicia social, que luchan por justicia para todos, sin importar su raza, género, orientación sexual o clase social.
Estos movimientos están desafiando las ideologías tradicionales y apuntando a una nueva forma de pensar sobre la política. Es posible que se combinen para formar una nueva ideología política que responda a los desafíos del mundo moderno y a los deseos de las élites mundiales.
El propio desarrollo tecnológico exponencial traerá consigo una menor necesidad de mano de obra humana. Por tanto, es predecible una reducción de la población mundial. Las relaciones laborales cambiarán y la familia tradicional también sufrirá cambios importantes. Las facilidades que brinda la tecnología darán origen a una nueva clase de usuarios de estos desarrollos, marginando a quienes no tienen acceso a ellas o no saben aprovecharlas.
Sin embargo, en este escenario se asigna un papel fundamental a la población buena. Si es plenamente consciente de su papel en el futuro de la humanidad y decide pagar el precio de transformar nuestro planeta en una estrella donde el mal ya no tenga cabida y prevalezcan la paz, la armonía y la solidaridad, tendrá asegurado un futuro próspero y radiante. De lo contrario, si el mal sigue prevaleciendo sobre el bien, que la población no espere la ayuda divina para enseñarle a hacer sus deberes. Además de cavar sus propias mazmorras, vivirán allí con sus hijos y nietos.