Este ensayo está sujeto a modificaciones en un futuro próximo.

JESUCRISTO Y SU PADRE EL POLVO CÓSMICO

Para asimilar la creación de la vida sobre la tierra, debemos entender el universo y pensar quién es realmente Dios. Hay una fuerza creadora en expansión manteniendo un orden cósmico. El Mesías aseguró que su reino no estaba en este planeta y la forma como fue engendrado demuestra claramente que el gameto que entró en el útero de María era de origen extra planetario. Antes de explicar este acontecimiento, retrocedamos en la historia hebrea para comprender el nacimiento de Adán. Un ser humano es el resultado de dos gametos, uno masculino y el otro femenino. Está científicamente comprobado que es la única manera de que se desarrolle un mamífero, por lo tanto, el Adán hebreo tuvo madre, así como tuvo Jesús de Nazaret. Estas dos creaciones son atribuidas a una fuerza extraordinaria llamada Espíritu Santo y es la llave que abre las puertas al entendimiento divino. Adán fue creado del polvo, sin duda que sí, hubo coito entre sus padres para que existiera. La Biblia no revela esta relación sexual, pero afirma que el polvo es su origen. Una mirada microscópica a este elemento material nos asombra al encontrar vida en su constitución. Pensemos en el polvo que está sobre los aparatos domésticos y reconozcamos que hay vida microscópica en su constitución. Seres extra planetarios que lo habitan y se alimentan de éste. Los llamados ácaros cuales causan molestia y producen estornudos. Volvamos a pensar en la posibilidad de que el gameto femenino de la madre de Adán fuera conservado después de que pereciera la civilización anterior. Lamentablemente no hay registros de que existiera aquí en la tierra, solo nos tocaría pensar en el reino extra planetario de Jesucristo. Nos hallamos en un rincón del Universo, alejados lo más posible de otros planetas habitados. Viajamos en forma microscópica en el polvo cósmico para reproducirnos en este planeta, eso sería lo más acertado al pensar que una célula haploide (X) se uniera en el polvo con su complemento (Y). Las condiciones de viaje estarían sujetas a otro ser viviente como incubadora de la fertilidad o por medio mecánico, pero este procedimiento en esa época no existía, ha tenido que pasar miles de años para que la fertilidad artificial fuera una realidad. Pensemos ahora en la fertilización de Jesucristo, a través del polvo cósmico, el cual sería el Espíritu Santo. Esta es una forma de energía atómica que fecundó a la Virgen María. Dicha energía debió conservar el gameto masculino que al unirse formó el diploide Nazareno. En ambos casos el polvo cósmico o Espíritu Santo es el medio portador de la vida o donador de los gametos (Y). Toda la generación del pueblo hebreo está llena de historias fantásticas, pero también de asesinatos, traiciones, invasiones a otros pueblos e incestos. Este pueblo antiguo se inventó a un dios para justificar sus crímenes.
Sin poner en duda el nacimiento de Jesucristo, su vida y su ministerio, entendemos por qué rechazó a estos homicidas hebreo-judaicos. El verdadero Dios es el polvo cósmico que ha formado estrellas, planetas y toda la variedad de materiales que existe en el universo. Esa fuerza creadora formó las condiciones propicias para que existiera la vida en la tierra. La energía no se destruye sino que se transforma, por lo tanto la materia la crea la materia. Los estudios avanzados de Jesucristo y su forma de actuar refleja la meditación y en no dejarse atrapar por toda la maldad y vanidad del medio donde nació, por eso decía aléjate Satanás de mí, encerrando en este nombre a todo lo sucio que sale del pensamiento humano.

Este ensayo ya hace un tiempo que lo escribí.