| El Pajero
 
 Inexplicablemente, al descender por la prolongación de la calle Billini rumbo al charco favorito de los de mi río, lo hacía rozándome con las sucias paredes  de la factoría Munné. Qué luego, muchos años después, una revelación de mi madre me lo puso en contexto: ¡Pedro---me contó---cuando yo era novia de tu padre, los otros obreros de esa factoría me abordaban con un comentario que tenía varias aristas.
 
 Y la doña no estaba errada al afirmarlo. Primero, porque estaba en sus veintiún abriles y era muy elegante. Pero, además, porque nació en el campo. Mirando lo que pasaba dentro del pilón al pilar el arroz a puros manazos. Acción que no lograba blanquear totalmente los granos de aquel cereal. Qué al ser vaciados en un lebrillo, les aplicaban un tenue soplido, combinado con el ladeo constante de dicha batea.
 
 Y era muy socorrido el pensamiento de que en la paja sé quedaba toda la vitamina. Contraste que no ‘favorecía’ al aspecto que sé lograba con el método usado en la factoría del pueblo. Cuyo polvo(parte de el) salía por la gigantesca chimenea, por los resquicios de  los muros de la  industria y por las puertas regulares. Pero tal paja tenía otros usos: ser piso en las lidias de  gallos, evitar el derretimiento azaroso del caro hielo en las neveras de fabricación casera, amortiguar  las caídas en las luchas de  patios y una que otra manera de usarla como alimento para aves y animales.
 
 Sin embargo, el obrero ocupado de manejarla era denigrado. Tal vez, por la mínima destreza requerida ó lo simple de su ejecución. Pero lo  peor de todo era la paga. No obstante, lo atractivo para mi, era el baho que salía a las calles. Lo que en el interior tenía que tragarse el empleado,  que supongo, le generaba  problemas respiratorios.
 
 Aunque y de vuelta a lo que me dijo mi madre:  Sí hubiera sido hoy, tendría los conflictos que no percibí cuando me lo confió. Ya que mi edad  en aquel momento  competía con la suya, al  recibir los embates de los jóvenes de su entorno. Y lo derivo de la  respuesta que les dio: ¡Soy la novia  de un pajero porque lo quiero!
 
 
 
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