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Allá en el tiempo, hace unos doce años, publiqué un cuento en otra plataforma, en circunstancias de un certamen organizado por mi amigo escritor Ignus_. El acababa de alcanzar los dos mil (2K) seguidores y para festejar, invitó a treinta y seis escritores amigos a escribir, cada uno, un cuento, pero con condiciones…
1- Primero debíamos “declarar” un poder especial u objeto mágico (tipo los Vengadores)
2- Con la lista de los escritores y sus respectivos poderes, nos dividió en 3 grupos de 12 escritores cada uno.
3- El escritor tenía que escribir un cuento de fantasía donde usara su poder, pero además debía incluir como protagonistas a todos sus compañeros de grupo usando sus respectivos poderes.
Así nació este cuento que hoy publico en la página azul.






Certamen de Ignus 2K – El Olimpo de Wattpad



Los dioses del Olimpo


Prólogo

Solo agradecer la invitación al concurso y homenajear a mi amigo IGnus_ por sus primeros 2k.
Agradecer también a todos mis amigos de Wattpad y en particular a Hugo e IGnus_, compañeros entrañables de "batallas literarias”.
Espero les agrade.

Gustavo Garcia Favre



Capítulo I

El conductor, llegó con su formación a Federico Lacroze cansado pero contento.
- Otro día tranquilo - Se dijo a sí mismo.
Antes de bajar, palmeó con cariño la consola de su unidad satisfecho. Claramente amaba su trabajo.
Hugo era un romántico sin remedio.
Camino a su casa retomó en su mente el tema que lo obsesionaba. El certamen literario de su amigo IGnus.
- ¡De que mierda me disfrazo para este concurso! - Pensó sonriendo.
Antes de dormirse le pareció oír unos ruidos en la puerta, pero finalmente el sueño lo venció.
Prácticamente ni sintió el pinchazo en el cuello.
Una oscura figura femenina lo levantó sin esfuerzo de su cama y sacándolo en la oscuridad dijo en voz baja.
- ¡Bien!, Con este ya están todos...
Con un gusto pastoso en la boca, Hugo se levantó del camastro donde yacía, pensando: "¿Qué carajo chupé anoche?, ¿Adónde estoy?".
Una rápida inspección ocular le permitió ver que estaba en un pequeño cuarto, con una única puerta y lo más llamativo era que vestía una túnica amarilla.
Las preguntas se agolpaban en su mente cuando unos golpes en la puerta llamaron su atención:
- Buenos día Hugo - Dijo una dama vestida de negro.
-Buen día - Contestó Huguito y sin detenerse empezó - ¿Quién eres?, ¿Dónde estoy?, ¿porque estoy vestido de amarillo?... Y, sobre todo, ¿Quién me cambio la ropa?
La joven lo miró de arriba a abajo con una sonrisa que helaba la sangre y respondió:
- Soy Nadia, estas en una base secreta en el Polo Norte - Nadia hizo un silencio, sonriendo lascivamente con picardía y continúo. - Yo personalmente te cambie la ropa...y estás vestido de amarillo por orden del "Imperatur Gloriosus Nostrus Umanitate Salvatoribus”, más conocido como IGnus.
Hugo pensó unos segundos si "Umanitate" en latín no se escribía con "H" pero luego se le escapó una risa.
- ¿IGnus?, ¿El Rubencito? pero si es muy amigo mío...
Nadia reaccionó indignada poniendo su peor cara de psicópata, a punto estaba de replicar furiosa cuando desde la puerta de otro cuarto se escuchó.
- "Io te vuá explicá Huguito. La guasa esta é la Nadia del Ignu, ¿ti acordái?. lo que pasa e que el culiau del Ignu, nos hizo raptá por la nera esta, nos drogó pior que con ferné malo y dispué no vistió de amariio patito" ....
- Gus!!! - Dijo Hugo - Que alegría! ¿Vos aquí también?... por favor, sacate el "chip" de cordobés básico que no te entiendo.
Gustavo salió del cuarto también vestido de amarillo y se abrazaron.
- Y si macho, parece que nuestro amigo nos ha convocado a algo más que un concurso literario... viste como es el, nunca se anda con pavaditas.
Nadia los observaba con curiosidad y de pronto interrumpió:
- Bueno, Hugo, tome el control remoto de su tren especial y prepárense que en cinco minutos El "Imperatur" nos quiere reunidos a todos.



Capítulo II

La procesión de hombres y mujeres vestidos de rojo, azul y amarillo caminaba por un largo túnel en silencio, lo único que se escuchaba al fondo eran los murmullos de dos personajes de amarillo que cada tanto largaban una risotada.
Finalmente, el túnel terminó en una escalera que desembocaba en la superficie. El piso estaba todo pintado con nombres números y colores, y de techo, una cúpula de material transparente protegía el lugar del frio y el viento.
Cada uno de los treinta y seis participantes se ubicó en el sector del círculo que llevaba su nombre y su color. En el medio del círculo estaba IGnus vestido de blanco y a su lado la infaltable Nadia.
- Oia - dijo Gustavo - Ese debe ser IGnus disfrazado de Gandalf
Hugo ahogo una risotada, lo ceremonioso de la situación impresionaba pero no podía con su genio.
- Estará por hacer la primera comunión?
Esta vez Gustavo casi se muere de risa.
IGnus giró mirando a cada uno de los escritores con seriedad, aunque imperceptiblemente les hizo un guiño a sus amigos de amarillo. Finalmente carraspeando empezó a hablar.
"Estimados concursantes. Los he citado aquí en este particular lugar geográfico. Tan especial, que de hecho yo estoy parado justo sobre el eje de rotación de nuestro planeta.
Como verán tres sectores pintados con los colores primarios dividen e identifican a los tres grupos competidores del concurso.
Os preguntaréis por que el número de participantes es 36. Bien, desde este punto salen los meridianos de la tierra, que intersectan los paralelos o círculos completos de 360 grados, de allí que a cada grupo le corresponda un tercio del planeta o 120 grados, que quedan representados por Asia, Indochina y Oceanía, de amarillo, América, de rojo y Europa, África y cercano Oriente, de azul. Cada uno de ustedes es responsable por los diez grados de su continente en la Tierra..."
Hugo le dijo a Gustavo al oído:
- ¿Qué le pasa a este guaso con las cábalas y la numerología?
- ¡Si! - dijo Gustavo sonriendo - ¿Te acordás el cuento de las monedas?
- Claro - dijo Hugo a las risotadas - ¿Y el de los volúmenes del sonido con números pares?.
Ya estaban a las carcajadas cuando la voz de Nadia tronó:
- ¡Silencio!
Todavía tentados, pusieron cara de compungidos e IGnus retomó el discurso:
"... Como les explicaba, el concurso del Olimpo es solo una excusa. El mundo está en grave peligro.
Como sabrán, en las antípodas de donde estamos ahora hay un continente llamado Antártida, hace millones de años ese continente estaba a la deriva, lejos del polo sur y con un clima mucho más benigno. En ese lugar se establecieron los Invasores del planeta y dominaron al mundo desde la cima de un monte.
Durante milenios trataron despóticamente a todas las especies, muchas de ellas se extinguieron apenas mostraron el menor signo de inteligencia. Pero estos seres no contaban con el movimiento de las placas tectónicas. Demasiado confiados y con el desprecio al paso del tiempo típico de los inmortales, se dejaron estar. Con el frio y las inclemencias perdieron su poder sobre las especies, finalmente los sorprendió la última glaciación y quedaron sepultados bajo un manto de hielo y nieve.
Sepultados, pero no muertos.
Ellos son los dioses y semidioses de los cuales hablaban las leyendas y mitología de los griegos, su hogar era el monte Olimpo y Zeus el más grande de todos.
Recientemente con el calentamiento global he podido determinar que nuevamente hay actividad consciente bajo los hielos en el Polo Sur".
- Ahhh bueh... tá fácil la huevada - dijo Gustavo
Si- dijo Huguito sonriendo torvamente - Siempre nos toca bailar con la renga.
IGnus los miró sonriendo y continuó.
"Concretamente la idea es trasladarnos a la Antártida a la brevedad para derrotar definitivamente a los Dioses del Olimpo y salvar a la Humanidad".
- Yo creía que íbamos a conquistar el Olimpo de Wattpad - Dijo Gustavo.
- No boludo - Dijo Hugo - Los dioses de Wattpad son Canadieneses... y uno de los accionistas debe ser el Justin Bieber ese... digo, por la cantidad de veces que se lo nombra ahí...


Capítulo III

Luego del discurso IGnus se acercó a sus amigos.
- ¡Gracias por venir muchachos!
- Gracias por invitarnos - Dijeron a coro Hugo y Gustavo.
- No saben lo jodida que viene la mano - Dijo IGnus.
- ¿Qué?... ¿es peor? - Preguntó Huguito.
Si - dijo IGnus - Por más poderes que tengamos no sé todavía como carajo derrotar a Dioses inmortales... Hasta Nadia esta con miedo.
En seguida se acercaron al grupo Diandra, Baragund y Aimee vestidos de rojo.
- Órale Cuates! - Dijo Diandra
- Hola querida amiga - Dijo Gustavo.
- ¿Que se cuenta? - Dijo Aimee con una voz caribeña que derretía la nieve.
- Estábamos discutiendo la situación - Explicó IGnus.
Baragund, que había escuchado el final de la charla acotó.
- En realidad parece que no sabemos por dónde empezar.
- Entonces porque no empezamos viajando hacia el sur - Dijo Hugo.
- Tengo una formación esperando con seis vagones coche cama y otro más equipado como restaurant.
Sin esperar más respuestas sacó el control remoto de su bolsillo y el extraño tren se acercó al Domo.
Claramente no había vías tendidas en el polo norte. En realidad, el tren transitaba sobre sus propias vías continuas que, luego de pisadas se curvaban y elevaban por sobre el tren y adelantándose al convoy se apoyaban nuevamente sobre el piso.
- Parece un hámster andando dentro de su ruedita - Dijo Romynah
Todos se rieron menos Hugo.
- Oia, - Comento Ivy - Es amarillo igual que el Urquiza Huguito! - Dijo riendo.
- Yo le pintaría dos franjas azules como tu túnica, una arriba y otra abajo - dijo Gustavo guiñándole un ojo a Hugo.
- ¡Bostero tenías que ser!, ¿No querí que tambien te ieve a la casa amariia?" Dijo Hugo imitando la tonada de Gustavo y luego apretando un botón sonó el silbato del tren y grito.
- ¡Arriba los que van a Merlo!
IGnus sonrió afirmativamente, pero pidió cinco minutos. Sin mediar palabras cogió a Candela de la mano y se dirigió con ella misteriosamente al centro del Domo.
Quince minutos después estaban todos embarcados y en movimiento.


Capítulo IV
Los vagones eran de un lujo renacentista. Los camarotes eran increíblemente cómodos y el restaurant estaba surtido como para viajar una semana sin parar.
Lo mejor de todo era que la exquisita comida la preparaba personalmente la Abuela de Huguito, y todos los camarotes y mesas eran atendidos por diligentes enanos de jardín.
La Abuela era un espectáculo aparte, parecía llevar en sus espaldas más de un siglo y sin embargo tenía más vitalidad que todos sus enanos de jardín juntos. Circulaba silenciosa entre las mesas y la cocina del tren a pasitos cortos, vestida con un vestido celeste con florcitas amarillas, un delantal y un repasador en las manos en el que se frotaba las mismas a cada rato. Su sonrisa era espontánea pero sus ojos revelaban una sabiduría que solo los años intensamente vividos pueden dar.
En la cabina de comando Hugo e IGnus conversaban sobre el derrotero, Nadia no se separaba de su creador desconfiando de todo.
- La capa de hielo llega hasta el norte del territorio del Yukon, por allí podremos abordar el continente y podremos ir rumbo sur hasta Tierra del Fuego. - Explicaba IGnus.
Hugo ingresaba coordenadas en el tablero mientras refunfuñaba...
- Todo bien amigo, pero una vez que lleguemos a la Antártida ¿cómo eliminamos a los Dioses del Parnaso?
Ante esa pregunta IGnus solo callaba. Era imposible descifrar en su rostro si el problema ya tenía respuesta o en realidad la desconocía.
El tren avanzaba velozmente por el centro del territorio canadiense cuando Ezra y Diana pegaron un grito
-! Chamacos, ¡vengan ahorita!, Aquí hay algo raro...
Los escritores se agolparon en las ventanillas del tren y quedaron mudos.
Las ciudades canadienses estaban totalmente abandonadas. Ni rastros de hombres u animales.
- ¿Que ha pasado? - Pregunto Natalia
Un silencio profundo se hizo sentir en el vagón, hasta que una vocecita se escuchó en el fondo.
- Fui yo
Los concursantes se dieron vuelta y allí estaba Candela bajando la vista con mirada culpable.
IGnus carraspeó y dijo en voz alta:
En realidad, la culpa es mía. Yo le pedí a Candela que abriera un portal a otra dimensión y enviara allí a todos los seres vivos de la Tierra, a excepción de aquellos contenidos en el cilindro que va del polo norte al polo sur. De esa manera ponemos a salvo al planeta y limitamos esta guerra a los círculos polares... Más concretamente al polo sur y el monte Olimpo.
Un murmullo de aprobación se escuchó en todo el tren.
Dos días después con la ayuda de Nia, que, al frente del tren transformaba el agua en tierra, dejando a su paso al temible estrecho de Drake, en un cómodo terraplén que unía la Patagonia con la península Antártica, finalmente el tren de Huguito llegaba al continente blanco.
El efecto invernadero, sumado a la ausencia de ozono había comenzado a derretir buena parte de la capa de hielo. En el centro del polo Sur se alzaba una única montaña majestuosa y en su cima una dorada edificación similar al Partenón brillaba con los tenues y oblicuos rayos del sol.
El tren se detuvo.
Un gigante vestido de blanco se paró sobre un balcón del templo dorado.
Una voz ensordecedora tronó en el cielo y un rayo refulgió en el firmamento.
- ¡Deteneos meros mortales o sentiréis la ira de los dioses!.
- ¡La pucha con la entradita! - Dijo Gustavo - Como les gusta lo dramático a los griegos estos.
Nadie se rió.
El tren se ubicó a una distancia prudencial e IGnus preparó sus escritores para la batalla.


Capítulo V


Durante horas el cielo se iluminó en la batalla de Antártida.
Ivy y Diandra lanzaba rayos y bombas a diestra y siniestra, pero Zeus replicaba con más rayos.
Nia transformaba el hielo en agua, pero Poseidón anulaba su trabajo.
Noelia hablaba con los muertos para ponerlos en contra de los Dioses, pero Hades, el Dios del submundo, los convencía de lo contrario.
Tommo se teletransportaba de un lugar a otro para atacar, solo para que Hermes alado lo siguiera por todos lados.
Hasta Gustavo con su reloj y Malena con su poder trataban de detener el tiempo solo para que Kronos a las carcajadas invalidara todo intento.
Todos lucharon fieramente, muchos escritores resultaron muertos o heridos de gravedad.
Finalmente, IGnus llamó a retirada. Todos volvieron al tren llevando consigo a sus compañeros caídos.
Los dioses del Olimpo eran invencibles.
Ezra y Antonella trabajaban febrilmente resucitando y curando a los amigos.
Diana estaba pálida, había soñado el futuro y el resultado era derrota tras derrota.
En el vagón comedor todo era desazón y tristeza.
Algunos hablaban de retirarse y otros de pactar con los dioses cuando una vocecita cascada se escuchó desde la cocina.
- ¿Ya terminaron de jugar? - dijo la Abuela.
Todos se quedaron en silencio. Ella sin permitir respuesta continuó.
- ¿Qué clase de escritores son ustedes?, ¿Todavía no entendieron nada?
Huguito bajo la cabeza, conocía a su abuela y sabía que venía una buena reprimenda.
La Abuela se sentó con dificultad en una banqueta, se secó las manos con el repasador y comenzó.
-Les doy una pista... ¿Qué hace esa jovencita de negro aquí?
Nadia se revolvió inquieta y empezó - IGnus me dijo....
la Abuela la remedó "IGnus me dijo...." - Vos no existís sin IGnus - Dijo tajante y continuó suspirando.
- Y yo tampoco, si no fuera por mi querido nieto. Si es cierto yo fui real pero hoy sigo viva gracias a él.
Estos Dioses con los que se enfrentan, supuestos invasores extraterrestres... ¿Quién les dijo que son reales?... déjeme que les conteste... otro escritor, seguramente algún griego fantasioso. Allá en el tiempo, alguien parecido a ustedes se puso a escribir sobre esta casta de dioses inmortales. Y lo mágico fue que sus lectores lo creyeron, y allí recién ellos cobraron vida e inmortalidad... (Igual que la joven esta - Dijo apuntando a Nadia - O yo misma todavía viva, o este absurdo tren que todavía no se a qué tarambana se le puede haber ocurrido. - Gustavo se puso a observarse las uñas de cerca y con meticuloso cuidado.
La Abuela los miró a todos en silencio por unos segundos y continuó.
- ¿No entienden nada no?, ¡El verdadero poder de ustedes no es tirar rayos para todos lados, o jugar con relojitos! ¡Es escribir! ¡Hacer realidad fantasías! Hasta la historia de la humanidad está escrita. ¿Ustedes creen que será todo verdad?
- Así que - Rebuscando en el bolsillo de su delantal y sacando lápices dijo: - Vos jovencito que empezaste esto - señalando a IGnus - Sentáte en esta mesa, Y vos mijito - Dijo a su nieto - Sentáte al frente de tu amigo.
Unas hojas de papel de cocina aparecieron sobre todas las mesas del comedor alcanzadas diligentemente por los enanos.
Todos los escritores se sentaron frente a las hojas y la abuela sacaba lápices mágicamente de su delantal y los repartía.
- Bueh! - Dijo la Abuela - Empiecen a escribir, yo le dicto el comienzo.
"Los dioses del Olimpo se creían Inmortales, lo que desconocían era que, todos ellos eran vulnerables a un simple papel y lápiz..."
Una hora después el templo se partía en mil pedazos y un tremendo temblor sacudía completamente al monte Olimpo. Una nube de vapor cubrió todo por horas, y con el viento de la mañana siguiente el paisaje había cambiado para siempre.
La eterna estepa de hielo cubría todo el lugar sin vestigios de que allí hubiera existido alguna amenaza.
La Abuela había aprovechado esa hora para preparar un sabroso guiso mientras tarareaba.
Los escritores todavía tenían ante si sus escritos sin creer lo que había ocurrido.
La Abuela suspendió su tarea, se frotó las manos en el repasador y dijo:
- Desde el primer hombre que, con un cincel hizo las primeras marcas sobre una piedra, pasando por papiros, elegantes plumas y tinta proveniente de la china, siguiendo por la primera imprenta de Gutenberg, hasta los actuales teclados y sus benditos procesadores de texto, la historia ha sido escrita por escritores. Nuestras creencias, nuestra fe, nuestros valores y hasta las noticias que nos informan y creemos son escritas... Entiendan que el poder que tienen ustedes es el más poderoso del mundo. Nunca lo olviden... y fundamentalmente úsenlo siempre para el bien."
Finalmente, secándose nuevamente las manos dijo dando instrucciones.
- Vos IGnus decile a la chica “esa” que arregle de vuelta el tema "ese" de los portales y... ¡Dejen todo como estaba! ,¿eh?, El resto cámbiense esas túnicas ridículas, y vos Huguito alcánzame la olla del guiso. ¿Me imagino que estarán con hambre? ¿no? - Dijo finalmente la Abuela sonriendo con picardía.

FIN



Texto agregado el 31-03-2024, y leído por 71 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
06-04-2024 Tiene razón la abuela: la realidad ocurre y se reconstruye con palabras en nuestra mente. Y de nuestra mente se lanzan al mundo realidades formadas con palabras./ A mí me basta con abrir Guerra y paz para ingresar a todo un mundo lleno de vida. Gatocteles
31-03-2024 Interesante el formato gpalm1990
 
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