Las paredes se van
Queda la noche
Las nostalgias, se van
No queda nada…

Rostro de Vos
Del Gran Ausente, Don Mario Benedetti
Un viejo compañero de tantas batallas



Habeas Corpus


Mientras la tarde cae
Y es la hora del crepúsculo
La noche se me acerca, cargada de ausencias
Contemplo al niño que alguna vez fui
Lo veo perdido
Desorientado
Sus ojos transparentes, se empañan como los vidrios de las ventanas
Las musas me han abandonado
Se me acabaron las palabras
Me he llenado de silencios
Mis manos cansadas, desgastadas por el tiempo
Apenas sostienen mis palabras
Como rocas erosionadas por el viento
Se han ido desgastando hasta desaparecer
Las formas se difuminan
Los sonidos se desvanecen
La realidad se estremece
Mientras un cielo nuboso se quiebra como un vidrio empañado
Los gallos se duermen al medio dia
Las palomas olvidaron sus mensajes
A lo lejos, en la distancia
Tristes sonidos de violines
Acompañan mis silencios
Mientras el tiempo discurre lento y viscoso
Dejándome ensimismado rumiando algunos recuerdos
Inundando todos los lugares
Espantando las ausencias
Mis párpados caen
Mis ojos suspiran
Mi mente naufraga
Sin embargo, no estoy solo
Estoy conmigo
Yo mismo me observo
Me acompaño
Me recojo
Me refugio y me sostengo
Me acurruco
Y me duerno


Randal Tor