Me escapo de esta realidad,
dónde ya nada puedo aprender
ni el viento me podrá detener,
me voy porque no saben enseñar.

Aprendo por mi mismo,
enciendo una farola en mi mente
otra en mi alma
me alejo pronto del abismo,
ya sentí el vacío en mi mente
y en mis huesos desgastados.

No quiero caer a un vacío infinito
y quedar suspendido en el tiempo
sin poder agarrar una estrella,
sintiendo que se parten mis dientes,
que mi sangre se coagula
y no me deja escribir en el aire.

Ya no quiero entrar más
a mis laberintos,
pueda que esta vez
no encuentre la salida.

Si no llega la dama de la noche
puedo morir en la oscuridad,
de hoy en adelante regalaré
más rosas y menos versos de amor.

Mi amada tiene libertad
de embriagarse con mi esencia
o besar las espinas
y apretar un nudo en su garganta.

Ya me conozco
al derecho y al revés,
en mi alma siento
al ángel tocar el violín
y el rugido de la bestia.
Por un lado la luna
por otro la noche,
Por los dos lados
tengo el mismo valor.

PEDRO MORENO MORA