Restricción Calórica y Crecimiento de Pelo

Nunca he sido flaco, bueno según mi madre que en estos días la recuerdo con más fuerza, cuando era un niño aparentemente estaba escuálido. Preocupada de mi salud comenzó un tratamiento para que aumentara de peso. Tengo que decir que sus esfuerzos rindieron frutos. Aumenté de peso y seguí aumentando, no por el tratamiento sino por el gusto de la riquísima comida que preparaba y que aún hoy añoro.

El resultado fue que a los 65 me encontré en sobrepeso alimentado el mismo por el inmovilismo pandémico a pesar del esfuerzo.

Recientemente, cansado del sobrepeso y temiendo que la vejez me llegue en mal estado físico, comencé un regimen nutricional, que como en aquel entonces funcionó para aumentar de peso, hoy me ayuda a reducir el mismo. En poco tiempo he bajado más de 20 libras recuperando el peso de hace más de 20 años y con ello mayor agilidad física y mental.

Así las cosas, los buenos amigos Manolo y Daisy llegaron a mi oficina con su acostumbrada benevolencia para halagarnos con unos panecillos de guineo recogidos de su patio en Caimito. Del tiro, Manolo pregunta, “oye te ves más delgado, se te nota más pelo”. A lo que respondí es la dieta. Incrédulo pero con la buena voluntad que mantienen los amigos que transcienden la amistad para convertirse en familia, pregunta “la dieta hace que te crezca más pelo”, yo que no gozo de mucha cabellera en estos días, no pude pasar por alto su inocente incredulidad, y como broma de los santos inocentes asentí con firmeza. Su rostro se transfiguró dando por buena mi malvada broma. Aunque con dudas, supongo que pensaba que grande es el cuerpo humano, las transformaciones que se logran con buena alimentación. No pude dejarlo con la duda y su estado de asombro. No pasaron tres segundos cuando tuve que dispararle la frase que siempre me decía mi suegra en los muchos intentos de bajar de peso, no es que tenga más pelo es que tengo menos cara.