Inicio / Cuenteros Locales / Sauron / Las botas
Mi abuelo me regaló un par de botas. No eran nuevas, eran suyas. Pero no se les notaba un rayón en su color negro brillante. Las usé un tiempo, incluso después de su fallecimiento. Y un día, las guardé. Desde entonces me acompañaron por más de diez años, de un lado al otro.
Esas botas, transformadas en conexión eterna, me hacían pensar en él. Unas botas con las que ya no caminaba, pero con las que ya no caminaba nadie. No quería ponérmelas, porque quería que se mantuvieran así: inmaculadas, inmutables, perpetuas.
Una noche, cuando sacamos pequeñas cosas al punto de reciclaje, las tomé. Quedaron allí, esperando unos pies, esperando estar vivas otra vez. No quise dejarlas en la puerta de casa, por miedo a que la cercanía me obligara a encontrarlas andando.
Las botas están hechas para andar.
El recuerdo, para quedarse a mi lado. |
Texto agregado el 30-04-2025, y leído por 0
visitantes.
(1 voto)
![]() |
![]() |
![]() |
Lectores Opinan |
![]() |
|
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
01-05-2025 |
![]() |
Buenísimo!! Para recordarlo no necesitas unas botas, lo ves en el corazón. Saludos. ome |
![]() |
![]() | ![]() |
|
![]() |
|
![]() |
![]() |
|
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login
|