Un día cotidiano en la vecindad
—Deme un Trome, por favor.
—Claro, mister, ahí tiene.
Titular: “Beto Ortiz, por hacerse el macho, tuvo que ir a USA”
—Vaya, qué interesante...
—Periodista Beto Ortiz se encuentra friendo hamburguesas en USA...
—Vecino, pásame el póster de la malcriada,
para ponerlo en mi taller.
Me faltan dos más para cubrir la pared.
—Pero, vecino, estoy leyendo que ese tal Beto la está pasando mal allá.
—¡Qué va a ser! Esos periódicos escriben cualquier cosa con tal de vender.
—Sí, pues, vecino... Beto a saber.
Acá está el periódico.
—Ya lo leí. Regálame el póster nomás.
Yo compro ese periódico solo por las malcriadas, nomás.
A mis clientes les gusta eso.
—Sí, sí...
Vecino, permítame descansar en su sillón.
—Claro, vecino.
Por otro lado... ¿es cierto que usted le sacó la vuelta a la innombrable?
—Invíteme unas chelas y le respondo esa pregunta.
—¡No se diga más!
Y entonces, los vecinos, cada uno en su sillón rojo,
empezaron a hablar de los pormenores de la vecindad...
¡Para Beto Ortíz con mucho aprecio,
BetoAsaber si es verdad! |