La calle arrastra señales,
a veces recubre el paisaje
a riesgo de volverse una tumba.
en ella celebran rituales,
que son soledad difuminada,
transmutada en recuerdos visuales,
nada más que otra estocada
a la imaginación que escayolasteis
en vuestros años de instituto.
Se acerca el verano
agárrate bien fuerte,
derriba lo agrietado
no sea que desconectes
si aún no te han alabado.