AJEDREZ

Rompen los fuegos
el decidido blanco peón
con el clásico e4.
Agrio rostro
le muestra su par rival
que le cierra el paso
anticipando una lucha artera.
Surge el alfil blanco
no menos desafiante
con su salida vertical
mostrando su filuda espada.
Brinca con elegancia
el caballo negro
con su brioso pelaje
para propiciar el enroque
y dejar que la sólida torre
planee sus ataques
desde su nuevo escaque.
Irrumpe la Reina Negra
conduciendo a sus huestes
a un feroz ataque
contra el enemigo blanco.
No tardan las bajas
en el campo sangriento:
peones apuñalados
de ambas escuadras;
el alfil negro mutilado
por un peón blanco
que dolido ha vengado
a su caballo degollado;
un alfil blanco masacrado
en una elaborada emboscada.

La bella inmolación
de la heroica torre negra
es lo mejor de la batalla
que ha dado la victoria
a los colores de su ejército.
Los pocos sobrevivientes
de ambas escuadras
solemnes cargan a sus muertos
para darles sepultura.
Entre los escombros
está meditando la Muerte:
ya no deseaba más muertes
porque esos guerreros
bien que no la merecían.
Pero cuánto estuvo ella
tan tentada de combatir
y morir con la frente altiva,
como esos combatientes,
en esa hermosa guerra
que se libran con orgullo
en los campos del Ajedrez.

Bronx, Abril 2025