Entre vaivenes y recuerdos,
bailan tus sombras en los rincones
donde la luz y el tiempo se encuentran,
y abrazo los vientos que llevan tu risa
en la cadencia invisible de tantas historias.
Bajo el manto tibio de la tarde,
susurro tu nombre,
como quien lanza semillas al viento
y espera que broten recuerdos
en la piel de la memoria.
Poemas escriben tu aroma,
se deslizan en el aire como promesas
que se desvanecen al alba,
dibujando en mi pecho la nostalgia
de un perfume que vuelve y huye,
como la brisa que apenas roza el rostro
y deja en los labios un sabor amargo.
Rosa, susurro tu nombre
en esa aventura que hoy se deshace en mi alma,
se deshilacha como hilo de seda
en las manos del tiempo que no perdona
y en cada pliegue del silencio
germina una ausencia sin remedio.
Mamá, se siente extraño tu silencio eterno,
un eco que no quiere marcharse,
una caricia que se deshace en mis manos
en la maraña suave de mis sueños.
En mis noches, tu sombra baila con la mía
y entre susurros, inconsciente te nombro
Bajo el manto tibio de la tarde,
susurro tu nombre,
como quien lanza semillas al viento
y espera que broten recuerdos
en la piel de la memoria.
—Rosalba— mamá.
para que el viento lleve tu esencia
y la devuelva, quizás,
en el susurro de una tarde lejana
donde el amor no se desvanece.
https://youtu.be/0rEp2Pa1grw
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