Emigrantes

El Darién y su espesa selva
tragaldaba.
México y su muro de Berlín.
Gaza y su única esquina, donde
todos se apretujan temerosos:
gente caminando, yéndose y
llegando,
huellas, huesos que son el asfalto
del camino,
y ese desespero por llegar pronto
a donde nadie los espera ni los quiere.
La esperanza de lo nuevo, de lo que
es mejor que cualquier cosa que se tenga.
Y las madres, las novias,
los hermanos que se quedan
esperando la noticia, la moneda;
los gatos abandonados que
maúllan.

Wilioroz